ACONCAGUA (09/07/2018).- El año 2015 la Comisión de Evaluación de la Región Metropolitana aprobó ambientalmente el proyecto “Plan de Seguimiento y Control de Infiltraciones del Tranque Ovejería”, de División Andina Y ese mismo año se inició la construcción y etapa de pruebas de un aspecto relevante del proyecto, concretándose las obras para la recarga artificial del acuífero Chacabuco – Polpaico.
El proyecto inyecta agua a este reservorio natural desde una Planta de Osmosis Inversa, que trata las aguas provenientes de los pozos que tiene la empresa para el control de las potenciales infiltraciones del tranque de relaves, ubicado en la zona de Huechún.
A tres años de iniciado este proyecto, la recarga alcanza los 100 litros de agua por segundo, ayudando a paliar en parte, la grave sequía que afecta a la zona.
La iniciativa fue conocida en terreno por las autoridades comunales y regionales, regantes y agricultores, además de profesionales de la empresa Anglo American (que también opera en el sector).
Mario Olavarría, alcalde de Colina, destacó que “el proyecto apoya uno de los mayores problemas de la zona, como es la sequía. Con este sistema Codelco trata el agua de su relave y lo envía al acuífero, colaborando al medio ambiente y a la agricultura”.
La inyección de agua limpia también fue valorada por el Seremi de Agricultura de la Región Metropolitana, José Pedro Guilisasti: “Estoy muy impresionado con este trabajo, se nota el nivel de profesionalismo, pudimos probar el agua y da cuenta de un cuidado al medio ambiente; este aporte va en directa ayuda a los agricultores”.
Juan Alessandrini, presidente del canal Chacabuco-Polpaico, indicó que “es muy interesante ver que existen reales perspectivas de conseguir agua mediante el tratamiento que le aplican al relave”.
Cómo opera el sistema
Dentro de sus controles operacionales para prevenir impactos en el entorno, el Tranque de Relaves Ovejería cuenta con un conjunto de pozos en una barrera hidráulica que capta las aguas que son infiltradas por el tranque y las envía a una planta de osmosis inversa para su tratamiento. De esta forma, se obtiene agua limpia que es inyectada en el acuífero de la zona y se evita el uso de agua de buena calidad proveniente del mismo acuífero.
“En estos momentos somos los únicos en la región que ya estamos operando, y no en fase piloto; es una experiencia de recarga artificial de agua ambientalmente aprobada y que demuestra que la minería puede aportar y ejecutar sus proyectos con beneficios ambientales adicionales al proceso productivo”, cuenta Francisco Riestra, director de Vulnerabilidades Ambientales y Gestión Territorial de la Gerencia de Sustentabilidad y Asuntos Externos de la División.
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