Gracias a la Ley Ley Nº 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente que obliga a que los proyectos de envergadura sean sometidos a un análisis de impacto ambiental es que la ciudadanía tiene el derecho y el deber de hacer sus observaciones para el beneficio de todos. Así es como una verdadera democracia debe funcionar. Desde el punto de vista técnico esto resulta difícil para la ciudadanía por el costo que significa contratar un experto que pueda dar una opinión objetiva al respecto. En este caso afortunadamente pudimos recurrir a la generosidad del Dr. Robert Curry, un científico experimentado y de una trayectoria académica impresionante. Además, no tiene ningún conflicto de interés con la construcción del embalse y consecuentemente está en posición de dar una opinión realmente objetiva que los habitantes del Valle debemos de ponderar cuidadosamente.
El Dr. Robert Curry es profesor de geología e hidrología (R) de la Universidad de California y de la California State University , además de Asesor de Geología Registrado. Experto en geomorfología fluvial y el transporte de sedimentos por los ríos. Investigador en hidrología con el Servicio de Geología de los Estados Unidos quien maneja las mismas herramientas y técnicas que los ingenieros civiles e hidrólogos chilenos. El Profesor Curry declara “No tengo conecciones con Chile actualmente y no estoy siendo renumerado por esta revisión del estudio de Impacto Ambiental”.
El Dr. Curry se involucró en esto el año 1997 cuando vino a Chile por intermedio de un proyecto auspiciado por el Fondo de Innovación Agraria de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) dirigido por el suscrito. En esa oportunidad recorrió toda la cuenca del Río Aconcagua y se entrevistó con todas las personas importantes en el tema del agua en la región y el país. El emitió un informe técnico y envió una carta en la que le resumió al ex presidente Lagos, sus principales conclusiones. Me motivé como andino, como agricultor y como académico de la PUCV de traerlo a Chile ya que las consecuencias económicas, sociales y ambientales de construir un embalse son muy trascendentales para el futuro de nuestra región. Todos estamos concientes que necesitamos agua tanto para el desarrollo de la agricultura, la minería y las ciudades de manera que hay que buscar una solución al problema de almacenar agua para los años secos que sea sustentable, equitativa, y respetuosa del medio ambiente.
Principales Riesgos que presenta la Construcción del Embalse
La correspondencia entre el Dr. Curry y el Sr. Patricio Aguilera Pobrete, Jefe de Gabinete del MOP, de la cual he sido intermediario, revela que hay varios puntos de concordancia respecto de las preocupaciones planteadas por el Dr. Curry y el MOP. Concuerda el Sr. Aguilera con el Dr. Curry, en su carta del 11 de Enero del 2007, que se necesitan más estudios sísmicos, hidrológicos y geotécnicos ya que no hay que olvidar que la muralla del embalse quedará emplazada a sólo 7 kilómetros del sistema de falla geológica Pocuro en la misma roca dura de Formación Los Pelambres.
Sismos. Señala el Dr. Curry en su análisis del estudio de impacto ambiental (EIA) “que los remezones sísmicos pueden dañar el muro del embalse o el túnel de desvío y/o la entrega a riego. Bajo aquellas condiciones, el rápido drenaje del embalse sería primordial para garantizar la seguridad. El diseño del embalse no parece tener la habilidad de drenar rápido. El Evacuador de Crecidas es demasiado alto para permitir el rápido drenaje en el caso de daño a la presa.”. Hay que exigir a la autoridad que publique el mapa de inundación que debe ser hecho para evaluar los riesgos de falla del embalse. Ahí se vería cuanto daño haría a San Esteban, Los Andes y San Felipe y demás comunidades aguas abajo, si el embalse fallara ya sea por un sismo u otras razones.
Sedimentación: Dice el Jefe de Gabinete del MOP en su carta al profesor Curry que “En relación a alta concentración de sedimento que se espera en el embalse, esta dirección comparte los comentarios del profesor Curry en el sentido que la enorme cuantía de sedimentos constituye un delicado problema de diseño. En atención a ello, se han efectuado modelos y estimaciones del comportamiento de este fenómeno, y en el Diseño del embalse se contempla el estudio de esta variable, considerando que se evalúen y diseñen las siguientes alternativas: Obras que permitan la purga de los sedimentos, extracción mecánica, y obras de retención, aguas arriba del embalse”.
Este es un punto crítico tanto para la seguridad del embalse como para la evaluación económica del mismo ya que en el fondo determina su vida útil. ¿Qué dice el Dr. Curry ahora que analizó este punto en el EIA?. “La vida útil del embalse depende de la sedimentación. La vida útil está estimada por el EIA en unos 50 años, en ese entonces esperaríamos aproximadamente la mitad de la capacidad del embalse de estar lleno con sedimento que alcanzaría el muro del embalse y no podríamos garantizar ni prevenir el uso para agua de riego. Esta conclusión esta basada en un estudio que no puedo conseguir a pesar de muchos esfuerzos on-line y por partes de mis colegas en Chile.
Es probable que el Sr. A. Benítez, autor del estudio, ha sido muy cuidadoso y que sus cálculos pueden ser conservadores, pero si el público no puede acceder a su reporte, el EIA fracasa. No ofrece al público la oportunidad de considerar los riesgos y los beneficios del embalse.” Y prosigue “Advierto lo siguiente: una inundación singular, del tamaño de ocurrencia de una en 100-años o aún más en magnitud, es capaz de mover tanto sedimento en un año como el que fue movido durante los últimos 50 años, lo cual hace muy difícil estimar la vida útil del embalse.” La ciudadanía esperaría que el estudio del Sr. Benítez estuviese disponible fácilmente especialmente en la era del Internet y el que no lo esté no ayuda a generar confianzas, que son las que más necesitamos de nuestras autoridades en frente de un proyecto de esta envergadura.
Descargas que entraran al embalse. El Sr. Aguilera dice que “respecto a las descargas de sedimentos, a las evacuaciones desde la mina en el río Juncal y/o Blanco y a la probabilidad de descargas repentinas desde glaciares, esta dirección le otorga gran valor a los planteamientos del profesor Curry, por lo cual se tendrá en consideración en el diseño definitivo de las obras”. ¿Qué observa el Dr. Curry al respecto en su análisis del EIA? Señala que hay dos grandes tranques de relave repletos en Río Blanco arriba del propuesto sitio del embalse. Dice “Recuerdo que el más grande tiene varios cientos de metros de profundidad y esta colgando en forma precaria en un empinado tributario del Río Blanco.” “Cualquier análisis de los riesgos asociados con el embalse debe evaluar con sumo cuidado y en detalle la estabilidad de los tranques de relave.” Continua… “Es muy difícil acomodar, de una forma económicamente viable, en cualquier diseño de proyecto de este tipo la carga natural de sedimentos del Río Aconcagua arriba del embalse, y la adicional y catastrófica carga que se produciría por falla de los tranques repletos de relave. Solamente las obras de retención arriba del embalse serían capaces de ofrecer protección por los flujos anuales de sedimento y la carga que se produciría por falla de los tranques de relave. Pero su construcción sería muy cara y difícil de ubicar, además, impactarían las instalaciones de las hidroeléctricas en el Río Juncal. El Río Maipo, cerca de Santiago, también tiene una carga pesada de sedimento. Si fuera proyectado un embalse de igual tamaño allí, ¿no tomarían más precauciones para evaluar los riesgos?”.
Impacto del sedimento y de la aguas reguladas del embalse en los canales debajo de la presa. En este punto, que es de suma importancia para la agricultura, el Sr. Aguilera básicamente le contesta al Dr. Curry que está de acuerdo con él en considerar que es una problemática que hay que atender, pero que adecuados resguardos ya se han tomado. El Dr. Curry, sin embargo dice en sus análisis del EIA que “Es probable que el impacto más serio y omnipresente del propuesto embalse sea la reducción en la carga de sedimento del Río Aconcagua más abajo de la represa.
Lamentablemente, este punto no está considerado por el EIA. Hay algunas evidencias en los reportes básicos para el EIA que ciertas decisiones pueden haber sido deliberadamente hechas, para no considerar este asunto crítico y sumamente importante. Los asesores quienes hicieron el estudio de los cambios en el régimen de flujo del río, al parecer asumieron un canal estable del río al cual ingresaron sus valores del perímetro mojado. Esto no concuerda con la realidad”.
Utilizando números publicados en el EIA y Google Earth para medir superficies, el Dr. Curry llega a la conclusión de que el agua del río más abajo del embalse al carecer de sedimento, ya que este se queda en el embalse, socavaría el lecho del río y “destruiría por completo el actual sistema de riego que depende de la fuerza de gravedad y las bocatomas.” Concede que “Lo anterior es solamente un cálculo muy crudo, pero sirve para tener un orden-de-magnitud de aproximación del impacto potencial en el medio ambiente. Todos los tranques de alcantarillado, pilones de puentes, y demás infraestructuras tendrán que ser reconstruidas. Los niveles del agua subterránea bajarán mientras que el río erosiona el lecho del canal activo y las recargas de agua del acuífero mermaran a medida que el canal activo se angosta y termina finalmente abandonado su cuenca”.
Concluye este punto el Dr. Curry sentenciando “Sin embargo, las consecuencias para los agricultores de exportación y a la infraestructura agrícola serán enormes, y las consecuencias demoran al menos una década en manifestarse. Estos cambios no serán sostenibles más allá de unos 50-60 años, y las bocatomas quedarán colgando en seco sobre el río por un siglo o más. Uno no puede regresar a un sistema de riego por gravedad después que el embalse se haya colmatado.
Este, en si, es un cambio social y económico profundo que merita un discusión que no encuentro en el EIA”. Prosigue su análisis dando ejemplos de estos problemas que ya han se han suscitado en California y agrega que el desmantelar un embalse es mucho más caro que construirlo. Entonces nos debemos preguntar ¿Quién le va a financiar a la gente del Valle del Aconcagua el desmantelamiento del embalse cuando ya le sea inútil a CODELCO, unos de los principales beneficiados y financistas de esta obra?.
Alternativas: El Dr. Curry dice que “Los Chilenos han aprendidos a usar sus ríos cargados de sedimento para generar energía eléctrica y riego, a pesar de la necesidad por el mantenimiento continuo de las instalaciones de tomas de agua. El túnel de toma de agua en el Río Juncal y el Canal Putaendo del MOP, son ejemplares que he estudiado. La misma creatividad se podría usar para el manejo de aguas subterráneas.” “Ahora con respecto a los planes del DOH y la DGA, y el análisis que ya fueron hechos para el Proyecto Aconcagua, EIA, la estrategia usada para eliminar la necesidad para el embalse en Catemu, puede ser aplicada al sector central del Valle de Aconcagua.
Con un conjunto local de pozos colectivos e individuales, más la creación de pequeños distritos de riego, el gasto inicial para proveer agua subterránea digna de confianza a todos los potenciales usuarios agricultores y usuarios domésticos, sería posible con sólo un 10% de los anticipados costos del embalse Puntilla del Viento. Será importante exigir el uso eficiente del agua de riego y optimizar el uso de los acuíferos para reducir los gastos de bombeo. Para hacer una comparación equitativa con el propuesto embalse, uno debe proyectar los gastos de bombeo por el lapso de unos 50 años. Pero aún así, es posible que el proyecto entero pudiera ahorrar 50% de los gastos proyectados por el embalse y las instalaciones del riego.” “Para cumplir con las exigencias de las sequías del 1996 y 1968-69, hacen falta pozos de mayor profundidad y recarga a full y eficiente con algún tipo de interconexión local de los sistemas de abastecimiento”.
“Sobre todo, no tengo información acerca de las nuevas exigencias de CODELCO por el agua en el presente y el futuro. Si, como queda demostrado por las tablas del EIA (III.1.8), CODELCO usa unos >1000 l/s durante todo el año y otros industriales usan unos 250 m3/hr, entonces las exigencias agrícolas del acuífero central (Unidad B) entre Los Andes y San Felipe son menores en comparación a las exigencias industriales. Con una profundidad de unos 200 m de acuífero disponible sobre un área de154 km2 y el espacio de poros de 15% como se menciona en el EIA, el máximo teorético de agua almacenada bajo tierra es aproximadamente unos 4600 millones de m3. Si el embalse puede almacenar 40-85 millones m3 por 50 años (85 al principio y 40 después de 50 años), entonces el actual embalse subterráneo almacena 50-100 veces el volumen del propuesto embalse en la superficie. Obviamente, no es posible recuperar toda el agua y el volumen almacenado bajo suelo será algo menos después de varios años secos.
Es enteramente razonable proponer que 5-10 veces el volumen del propuesto embalse puede estar fácilmente accesible y usado desde el subsuelo si se usa en forma conjuntiva con una recarga igual o excediendo el uso por bombeo y flujo subterráneo a cuencas más bajas que el Valle de Aconcagua. Ya que el equilibrio del canal del Aconcagua sería seriamente modificado por la captura de sedimento del embalse, si el embalse es construido y la cuenca abandonada, la recarga para uso conjuntivo disminuiría. Pero si no se construye el embalse, y el canal activo del río se mantiene abierto como lo es hoy, el sistema subterráneo puede enfrentar demandas muchos mayores que las que entregaría el embalse propuesto. Con pozos colectivos dentro de un perímetro de 300 m del Aconcagua y con bombeo a cuencas de infiltración pequeñas cerca de la áreas de máximo uso, un sistema completamente sostenible se puede diseñar y operar que protegerá la agricultura, usos domésticos del agua, y posibles usos industriales a través de sequías prolongadas de hasta 8-10 años. Los autores de la sección IV.I.I.I Hidrogeológicas del EIA entienden muy bien como hacer esto”.
Debo señalar que hacer o no hacer un embalse no es una decisión que la comunidad debería aceptar como una determinación tomada. Son muchas las incógnitas desde el punto de vista de la seguridad y de la viabilidad que merecen de estudios a fondo y transparentes. Esta no es una obra donde podemos fallar, como lamentablemente ha ocurrido con algunos puentes, las consecuencias de un mal manejo serían muy serias para la seguridad y el futuro económico de nuestro Valle a largo plazo. Nuestra generación no puede comportarse de forma egoísta ni irresponsable con aquellos que nos siguen.
Quisiera concluir esta presentación, agradeciendo públicamente al Sr. Patricio Aguilera Poblete, Jefe de Gabinete del MOP, por la gentileza de haber escuchado los planteamientos del profesor Curry y quisiéramos que en futuros estudios fuese incorporado como asesor ya que el da confianza a mucha gente involucrada.
Finalmente deseo comunicar que todos los documentos señalados en este artículo se encuentran libremente a disposición en la página web de la Ilustre Municipalidad de San Esteban www.munisantesteban.cl.
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