En esta ocasión quería plantear el tema de la integración social real de personas con patologías psiquiátricas en nuestra comunidad. Sin embargo, no quería dejar este tema en la superficialidad del debate, sino que generar una reflexión crítica de nosotros mismos sobre este tema. Esa es la razón por la cual planteo la pregunta que titula esta columna; ¿Vivirías con una persona con una patología psiquiátrica? Y me gustaría que contestaran esa pregunta con toda la honestidad que ustedes se merecen.
En nuestra sociedad, las patologías psiquiátricas han vivido durante décadas en el mundo de la ignorancia y de la mitología, transformándola lamentablemente en material ideal para películas de terror o para dar explicación a fenómenos que no podemos entender. Me imagino que alguna vez han escuchado frases como: “su marido le pega hace años y ella no lo quiere dejar e incluso lo defiende… debe tener alguna enfermedad mental”, o “ese tipo es raro… debe estar medio loco”.
A pesar de que estas frases están llenas de prejuicios y estereotipos, son entendibles si consideramos que los trastornos psiquiátricos por su cuadro clínico, etiología e impresión social, tienen la cualidad de ser más difíciles de comprender para el común de la sociedad que una apendicitis o un cáncer, y esto es en gran parte a la pobre socialización que se ha hecho de estas patologías y la información errónea que en muchos casos entrega la opinión pública por el mismo desconocimiento. Por ejemplo, ¿quienes saben cual es la diferencia entre un psicótico y un psicópata? .
En reiteradas ocasiones he visto en medios de prensa que utilizan ambos conceptos como sinónimos cuando esto no es así. (No les daré la respuesta precisamente para fomentar la el interés y la investigación personal).
Aunque no lo crean, según la Asociación Panamericana de la Salud (OPS), en Chile aproximadamente una de cada tres personas ha presentado un trastorno psiquiátrico en la vida (36% de la población), y cerca de un 22,5% ha presentado uno en el ultimo año. Los trastornos psiquiátricos más frecuentemente encontrados son la agorafobia (11,1%), el trastorno depresivo mayor (9,7%) y la dependencia al alcohol (6,4%).
En el caso de los hombres la patología más encontrada fue la dependencia al alcohol (16,2%), mientras que para la mujer se trata de los trastornos ansiosos (24,9%). Además, un tercio de los pacientes diagnosticados tenían un trastorno psiquiátrico comórbido.
Como pueden apreciar, los trastornos psiquiátricos van mucho más allá de la esquizofrenia, la depresión o los trastornos delirantes, sino que incluyen una gama enorme de patologías que pueden ser mucho más comunes de lo que se pueden imaginar y que no implican necesariamente una desviación a lo que socialmente consideramos normal.
Para finalizar, quiero replantear la pregunta del título, ¿Vivirías con una persona con una patología psiquiátrica?, porque tal vez, la respuesta suya podría haber cambiado.
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