Hace algunos días, en un actividad se difusión realizada en la Biblioteca Hermano Emeterio, junto a un grupo de vecinos pudimos acceder a información sobre los alcances del proyecto de Expansión de la División Andina de Codelco Chile, también conocido como Proyecto 244. No cabe duda que estamos frente a una de los proyectos mineros de mayor magnitud en el país, quizás sólo comparable con el proyecto HidroAysen. Tengo la impresión que a nivel general, los andinos aún no asimilamos el impacto de podría tener en el Valle de Aconcagua una obra de esa naturaleza en el ámbito laboral, en el medio ambiente, en la vialidad urbana e intercomunal, en el consumo de energía, en el movimiento de masa y material geológico, entre otros. Reconociendo que históricamente somos y seremos una provincia agrícola, portuaria y minera, un proyecto de esta naturaleza no puede dejar a nadie indiferente, especialmente cuando nos interesa que nuestra minería sea social y ambientalmente sustentable, coherente con la política de desarrollo que sostiene la empresa en sus declaraciones, en el sentido que "en Codelco la sustentabilidad constituye un eje estratégico del negocio" y agrega que en su actuar "se rige por la Carta de Valores protegiendo las vida y salud de los trabajadores, respetando el medio ambiente y colaborando con el desarrollo de la comunidad".
Entonces, si el medio ambiente es un valor que todos compartimos, nos parece legítimo plantear que un proyecto minero de esta magnitud, debe dar cuenta de dicho compromiso de manera concreta y real, considerando además otros impactos sociales que vienen aparejados al mismo en el ámbito social y económico, a los cuales debe necesariamente dar respuesta.
Creemos que el problema no es estar contra el proyecto ni crearle cortapisas de puro capricho sino que el tema es cómo logramos que éste sea un proyecto social y ambientalmente sustentable y una verdadera palanca de desarrollo para el Valle de Aconcagua, que controle, mitigue y compense adecuadamente las externalidades negativas que son propias de toda actividad productiva, especialmente de la actividad minera.
ALGUNOS DATOS DUROS
Se proyecta el aumento de la producción de 92.000 tonelada por día a 244 toneladas día; aumento de la producción de cobre fino de 250.000 a 600.000 toneladas al año, con lo que se extiende la vida útil del yacimiento en 65 años, a partir del año 2020. La inversión se estima en 6.800 millones de dólares, con un período de 5 años para su construcción, siendo esta la obra más grande de la minería chilena. En la extensión geográfica que abarca su área de operación considera obras de extracción e instalaciones en las comunas de Los Andes, Calle Larga, Catemu, Ventanas y Puchuncaví, en la Quinta Región, y áreas de filtrado, depósitos de relaves y transporte ferroviario en zonas de Huechun, Til Til, Montenegro y Lo Barnechea, en la Región Metropolitana.
En síntesis, estamos frente a un mega proyecto que abarca dos regiones de la zona central, con obras emplazadas desde los 4.000 metros de altura hasta el nivel del mar, con un flujo de trabajadores que se estima en los 18.000 en la fase de construcción hasta unos 3.500 en la fase de explotación.
IMPACTOS ECONOMICOS, AMBIENTALES Y SOCIALES
Al profundizar sobre cómo se operará para llegar a la meta propuesta por Codelco, surgen algunos temas cuya importancia no es menor.
a) Al construir la mina a rajo abierto se afectarán siete glaciares milenarios, que como todos sabemos son los que proveen el agua con que se riega la agricultura del Valle de Aconcagua. Al intervenirlos, se acelera su derretimiento anticipado, con lo que se afectará necesariamente el recurso hídrico de la cuenca del río Aconcagua.
b) El material considerado como lastre que se extraería y que sería depositado a un costado de la mina a rajo abierto, aumenta de 1.212 a 2.200 millones de toneladas.
c) Se proyecta la construcción de un túnel de 25 kilómetros a una altura de 3.500 metros sobre el nivel del mar, una canaleta de relaves de 43 kilómetros, un concentrducto de 52 kilómetros, una tubería de recirculación de agua de 42 kilómetros y líneas de transmisión eléctrica. Estas obras también significarán el depósito de gran cantidad de material se extraiga en su construcción, que necesariamente deberá ser depositado en quebradas, con el consiguiente cambio del paisaje y la pérdida de sustentabilidad del material rocoso de las zonas afectadas, con los consiguientes riesgos de desplazamiento por aluviones.
Este ámbito nos lleva a plantear algunas interrogantes cuya respuesta nos gustaría escuchar de las autoridades de Codelco: ¿ la empresa está dispuesta a readecuar su proyecto a objeto de evitar destruir los 7 glaciares que se verían afectados por las obras de ampliación del rajo abierto y depósito de lastre?
¿Existe certeza y convicción que se está explotando un recurso limitado, el cobre, y a la vez se está eliminando para siempre lo glaciares, que son la fuente de otro recurso natural cada vez más escaso, como el agua?
¿De qué manera el proyecto garantiza la mantención de la productividad y el crecimiento futuro de las áreas cultivables del valle de Aconcagua?
¿ Está la empresa en condiciones de asegurar que el río Aconcagua no sufrirá un aumentará la concentración de metales pesados y que no se afectará su flora y fauna?
INTERROGANTES SOCIALES QUE ESPERAN RESPUESTA
En el ámbito social nos parecer relevante para la ciudadanía, tener respuestas a algunas interrogantes como:
¿cuales son los planes que se han elaborado a nivel de gobierno para resolver la demanda de viviendas para los operarios que llegarán a la zona y la manera en que se controlarán los riesgos de la especulación inmobiliaria; ¿cómo se ampliarán las carreteras y vías interurbanas y rurales para soportar el mayor tráfico vehicular, especialmente de camiones de alto tonelaje;
¿cual será la nueva infraestructura de salud que se requerirá para atender el aumento del crecimiento de la población trabajadora;
¿de que manera se readecuarán los planes y programas formativos de los establecimientos educacionales para que los jóvenes del valle puedan acceder a un empleo especializado dentro del proyecto?
UNA OPORTUNIDAD
Estimo que la discusión que se está generando en cuanto a los impactos del proyecto de Ampliación 244, debe ser vista como una oportunidad de revisar nuestras visiones sobre el futuro del valle y de las actividades productivas tales como la agricultura y el aseguramiento del recurso hídrico, el turismo y sus proyecciones, la hotelería, las redes viales, la factibilidad de contar con nuevos centros de salud, nuevos medios para garantizar la protección civil de la población, la instalación centros universitarios, la construcción de nuevos espacios públicos que requerimos para acoger al crecimiento poblacional, nuevos centro de servicios de alimentación a escala regional, los sistemas de seguridad y prevención del delito, los tipos de ciudades que queremos desarrollar en el valle y la interacción entre ellas, visualizando -desde ahora- los planes de desarrollo educacional y de formación que requerirán nuestros jóvenes en los próximos 20 años. No cabe duda que el proyecto 244 tiene similar cantidad de preguntas cuya respuesta resulta imperiosa para la ciudadanía regional.
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