Desde hace un buen tiempo atrás he dejado de ir a ese lugar público, debido a la falta de conciencia tanto de vecinos como del propio Municipio; tengo una hija de tres años, en la cual me encanta salir con ella, como caminar, andar en bicicleta y toda actividad que implique estar con mi hija.
En esas actividades me he dado cuenta del abandono de esta Plaza de Armas, como por ejemplo la Pileta central, llena de latas de cerveza y de bebidas, los juegos infantiles con tablas faltantes, vidrios en el suelo, palos con clavos botados, clavos a la vista, columpios rotos; entonces he dejado de ir y disfrutar de ese espacio que no sólo es para niños es para toda la familia.
Ojala todo esto no se convierta en basural, tal como lo describieron Abel Cortez y Marcelo Mardones en libro “HISTORIA DE SAN ESTEBAN”
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