Este lunes estamos llamados a participar en una marcha en contra de uno delos más grandes flagelos de nuestra sociedad chilena, la violencia en contra de las mujeres. Acción civil y ciudadana que apoyo fuertemente. Sin embargo, como ciudadano con el derecho a manifestarme, también me gustaría participar en alguna convocatoria en protesta por la violencia hacia los hombres, y por sobre todo en contra de la violencia hacia los niños. Las mentiras y falsas acusaciones vertidas en los Tribunales de Familia, destruyendo la honra de las personas, manipulando el gastado e inicuo sistema judicial chileno y manipulando de paso de forma inmoral a los propios hijos en contra de sus padres, todo por una venganza desmedida, también es un acto de violencia, también es un acto repudiable de violencia de género también, tan terrible y despreciable como el otro. Este acto de violencia de género hacia los hombres, desgraciadamente hoy está plenamente justificado y amparado por nuestro poder judicial en pleno, como así mismo por otros órganos del Estado, como por ejemplo a nivel local, el SERNAM de Los Andes, ya que la única forma de mostrar gestión de este órgano, es inventando o amparando falsos hechos de violencia en contra de las mujeres de nuestra provincia, vulnerando de paso todos los derechos civiles y constitucionales de las personas, pero lo más lamentable de niños. Pero sin duda, lo más preocupante de todo, es el poco compromiso para terminar con estas injusticias de varios políticos locales, ya que piensan equivocadamente, que el esconder la cabeza y desconocer los derechos de los hombres y ponerse de lado de las mujeres al costo que sea, a la vuelta de la esquina encontraran como recompensa buenos puntos, los que en algún momento podrán cambiar por votos para alguna postulación a algo. A esos mismo políticos le sugiero, quieren hacer una buena gestión sin esconder la cabeza?, entonces legislen para que exista una verdadera y eficaz mano dura en contra de los maricones que agreden a una mujer, pero legislen con mas mano dura para los que permiten que eso suceda, como por ejemplo, para nuestros descriteriados jueces.
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