Con el objetivo de obtener recursos acordes con las necesidades elementales de una nación, que permitan garantizar educación y salud para todos sus ciudadanos, los países en vías de desarrollo necesitan recaudar impuestos progresivos (tasa impositiva que aumenta a medida que sube también la base imponible) y justos. Aunque en el papel el impuesto no aparezca como progresivo o regresivo, los impuestos pueden tener dichos efectos en la economía. En las últimas décadas hemos visto al Fondo Monetario Internacional y otras instituciones financieras fomentar impuestos con efectos regresivos como el IVA y extensos incentivos fiscales a las empresas, como condición para su apoyo financiero. Como resultado, se han promovido impuestos con los menores costos políticos que impacten en menor medida a las empresas, personas más recursos y con mayor facilidad de recaudación. Esto es un obstáculo en la lucha contra la desigualdad dado que las personas con menos ingresos consumen una parte de éstos mayor que quienes más poseen porque tienen ahorros. Por lo tanto, el IVA y otros impuestos al consumo resultan regresivos, afectando principalmente a las personas con menos ingresos. Por lo anterior, estas medidas no son las más adecuadas para países que se encuentran en vías de desarrollo y donde se intenta mejorar los niveles de desigualdad y suministrar acceso a elementos básicos como la educación y salud. Para lo cual, se requieren medidas tributarias progresivas y de largo plazo. La reforma tributaria que realiza nuestro país, a pesar de que presenta impuestos al consumo de bienes (bebidas alcohólicas y analcohólicas con azúcar) que tienen un efecto regresivo, pone énfasis en impuestos con efectos progresivos. Esto se logrará principalmente por la vía de subir gradualmente la tasa de impuesto a las empresas del 20% actual a 25% en 2017 y otras medidas que impactan principalmente a las personas de mayores ingresos. Gravar las rentas de capital tiene efectos progresivos, ya que ese impuesto afecta a un porcentaje de las rentas más "ricas" de nuestro país (recuerde que las personas con menos recursos no pueden acceder fácilmente al capital). Lo anterior permite mejorar la desigualdad (nuestra tarea pendiente según la OCDE) y permite hacer frente a objetivos de largo plazo, como lo es la educación. Es importante mirar los efectos progresivos y regresivos, ya que el rol del Estado debe ser aplicar los primeros o que tengan dicho efecto, y no aplicar impuestos con bajo costo político y que terminan impactando con más fuerza a los que tienen menores ingresos.
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