LOS ANDES (07/07/2014).- Una comerciante fue amenazada de muerte y sufrió daños en su casa habitación por parte de un peligroso delincuente habitual con quien mantuvo una relación sentimental.
El antisocial identificado como Javier Antonio Pino Ovalle (39), llegó hasta la casa de la comerciante ubicada en la población Degania, iniciándose una discusión porque la mujer, 13 años mayor que él, quería poner término a la relación sentimental.
Esto ofuscó al delincuente que la amenazó con quitarle la vida, para luego comenzar a lanzar piedras al inmueble rompiendo un ventanal.
La afectada llamó a Carabineros concurriendo al lugar personal del cuadrante 1, quienes detuvieron a Pino Ovalle y trasladándolo a la comisaría.
El delincuente pasó a control de detención en el tribunal de Garantía de Los Andes donde el fiscal Alberto Gertosio lo requirió en procedimiento simplificado por los delitos de amenazas y daños.
En los fundamentos de la acusación, el persecutor mencionó el nutrido prontuario delictual con que cuenta Pino Ovalle, el cual fue condenado el año 2006 por el Tribunal Oral en lo penal de Antofagasta a 5 años y un día por el delito de robo en lugar habitado.
Posteriormente en 2010, el tribunal de garantía de Curacaví lo sentenció a 700 días de cárcel por el mismo delito perpetrado en una casa de esa localidad.
En esta oportunidad el fiscal pidió una pena de 541 días de presidio, pero si acepta responsabilidad le ofreció 61 días de cárcel, condena que deberá cumplir en forma efectiva dado su amplio prontuario.
El tribunal fijó una nueva fecha para que el antisocial responda si acepta o no su responsabilidad en estos delitos.
Se masturbó delante de dos niñas.
En las casi veinte hojas de prontuario con que cuenta Pino Ovalle destaca una detención el año 2010 por haberse masturbado delante de dos niñas, ocasión en que estuvo a punto de ser linchado por vecinos.
Una tarde de febrero de ese año, el pelafustán se acercó a dos menores de 6 y 7 años que jugaban en una plazoleta de la población René Schneider, arrinconándolas contra la pared de una casa, para luego bajarse los pantalones y comenzar a mostrarle sus genitales.
Acto seguido el antisocial comenzó a masturbarse, siendo observado por una tía de las menores que salió en su defensa.
Ante ello, Pino Ovalle se dio a la fuga, mientras las niñas y su tía corrieron a la casa de los padres a avisar de la situación.
Ello motivó que los papás, acompañados de vecinos, iniciarán una cacería humana del depravado a quien finalmente arrinconaron en una plaza del sector, pese a que durante su huída se había cambiado la polera para no ser reconocido.
El sujeto comenzó a ser golpeado ferozmente y habría sido linchado de no mediar la oportuna llegada de Carabineros.
Robo en oficinas de nuestro medio.
En el historial delincuencial de este sujeto también figura el robo que perpetró en las oficinas de nuestro medio en Julio del año 2003.
En esa ocasión el delincuente accedió al patio posterior de nuestras oficinas ubicadas en calle Santa Rosa a través de un estacionamiento colindante y aprovechando que era horario de colación y no había personal de turno, forzó una puerta e ingreso a nuestra dependencia.
En esa oportunidad sustrajo cámaras digitales, cámaras réflex, equipos computacionales, equipos telefónicos y dinero en efectivo, además de efectos personales de nuestros periodistas y reporteros, todo avaluado en cerca de 800 mil pesos de aquella época.
Posteriormente el delincuente cambió las especies por droga a un traficante que tenía su centro de operaciones en la población Bicentenario.
Si bien en su oportunidad nuestro medio entregó todos los elementos de prueba al Ministerio Público, Javier Pino Ovalle nunca fue llevado a tribunales por este robo e incluso continuó perpetrando delitos como lo demuestra su historia delictual.
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