Las noticias del mundo, tan desesperanzadoras en su conjunto, me hacen volver -como tantas otras veces- los ojos hacia mi jardín (Cristian Warnkern)
Jardín que es la representación de que siempre hay un más allá.
Un mas allá que se vuelve un cambio de mirada, donde se busca una ruta, un nuevo sonido, un lugar de esperanza ante el ruido, la desesperanza y la ira imperantes en nuestra sociedad y en nuestras almas. Las melancolías nos hablan de que la realidad y la vida se vienen encima. Se vuelve compleja la existencia.
Es el dolor de mis pacientes que reclaman amor y reconocimiento. Que buscan comprensión y empatía. Que buscan luz en la oscuridad.
Como dijo mi paciente adolescente: Parece que hace nos falta un “hospital para las almas” que sufren.
Algo no anda bien. Algo no estamos haciendo bien.
Entonces, ¿Dónde encontramos un lugar que nos permita descansar? ¿Dónde encontramos la luz en tiempos de oscuridad?
Hoy necesitamos volver a lo natural. Volver a los principios. Volver al afecto. Volver a lo simple.
Estamos viviendo en un momento sumamente rápido, intenso, frio y distante donde las relaciones interpersonales se han ido apagando y la comunicación desapareciendo. Pero calma, aun hay poesía y romanticismo en la “ilusión de un mundo feliz” como lo describió Aldous Huxley.
Pareciese que el camino o carta de navegación, debe ir de la mano de la reconstrucción de la biografía, es decir de aquella capacidad de ver “quién soy y hacia dónde voy” en este momento de mi historia.
Todavía hay memoria, todavía hay nostalgia de un tiempo mejor, todavía hay fotografías de la felicidad. Hoy es el momento de mirar y mirarnos.
Es el tiempo del rescate de lo cercano, la recuperación del afecto, la sensatez del abrazo y el cariño. Es el momento de las palabras como puentes de ilusión y de la empatía como camino de comprensión del otro.
La condición existencial hoy parece tomar diferentes rutas y caminos, por lo tanto uno decide en algún grado la construcción de su propia historia.
A veces es necesario volver al jardín de la infancia.
|