La falta de conocimiento sobre los factores fisiológicos y psicológicos que causan la incontinencia urinaria y estreñimiento, así como la diferencia entre un cuadro crónico o temporal, puede ser importante en el tratamiento de la incontinencia y el estreñimiento en los pacientes de edad avanzada, alterando significativamente el bienestar de ellos. Por otra parte, estos trastornos pueden afectar psicológicamente a los pacientes que ven esto como una señal inherente a la vejez con una connotación negativa que no siempre es realista. Este impacto psicológico puede conducir a trastornos mentales como la depresión o distimia que producen un efecto dominó en la salud física del paciente.
Desde mi experiencia de trabajo con pacientes mayores, los pacientes a menudo no son educados acerca de aspectos importantes para prevenir la incontinencia urinaria, las cuales van desde la actividad física, la incidencia de psicopatologías como la depresión, la importancia de hábitos en la ingesta de líquidos o simplemente la importancia de tener un entorno físico que facilite el acceso al baño. Por otra parte, no están educados sobre lo que realmente es el estreñimiento crónico en temas tales como la frecuencia normal de defecación, lo que les permitiría identificar cuando están presentando un episodio de estreñimiento. Por otra parte, tampoco se les informa sobre la importancia de una dieta equilibrada con la ingesta de fibra dietética para prevenir el estreñimiento, o la incidencia de enfermedades como la diabetes y el hipotiroidismo en la motilidad gastrointestinal.
Existe la creencia generalizada de que la incontinencia urinaria y constipación crónica son condiciones propia vejez, que en algunos aspectos puede ser cierto (como la pérdida de elasticidad de los tejidos), pero en muchos otros aspectos que no son. Es por esta razón que es nuestro trabajo como profesionales de la salud para educar a la gente sobre estos temas, para lo cual primero debemos educarnos sobre estos asuntos con independencia de nuestro papel dentro de los equipos de salud (médicos, enfermeras, psicólogos, etc.) entendiendo que los pacientes deben tener acceso a toda información disponible para garantizar el máximo de su autoestima y el amor propio sin la cual la vejez es vista como un momento de sufrimiento y deterioro de sus facultades vitales, que afectan directamente al bienestar de este.
La invitación es a informarse sobre estos asuntos que por su propia condición de cotidianidad ignoramos o que simplemente creemos saber al respecto cuando en realidad la gran mayoría de los conocimientos que tenemos al respecto corresponden más a mitología médica más que a hechos concretos sobre la psicofisiología de los adultos mayores.
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