LOS ANDES.- Después de 24 años de abandono y sin funcionar, nuevamente volvieron a rugir los dos motores del automotor diesel ADI-1015, el último tren que realizó el servicio internacional de pasajeros entre las ciudades de Los Andes y Mendoza en el año 1979, a través del Ferrocarril Trasandino.
El automotor, dado su alto valor histórico y patrimonial, fue declarado Monumento Nacional en el año 2005 por el Consejo de Monumentos Nacionales.
“Los automotores ADI fueron mandados a construir en el año 1952 por la empresa de Ferrocarriles del Estado, incorporándose en enero del año 1956 cuatro de estos automotores fabricados en Suiza por la compañía Schindler a la flota del Ferrocarril Transandino. Estos automotores se caracterizaban por ser únicos y estar equipados con un sistema de ruedas dentadas a cremalleras que engranaban en un tercer riel y facilitaba el descenso por las fuertes pendientes que posee en Ferrocarril Trasandino. Inicialmente, realizaron el viaje internacional sólo hasta la fronteriza localidad de Las Cuevas y a partir de octubre de 1968, hicieron el viaje directo desde Los Andes a Mendoza, con frecuencia de dos o tres circulaciones semanales”, explicó Octavio Arellano, coordinador patrimonial de Iniciativa Ciudadana.
Los automotores Schindler después del cierre del Ferrocarril Trasandino, empezaron a ser trasladados a otras zonas del país, posteriormente fueron vendidos como chatarra, quedando en la ciudad de Los Andes sólo el ADI-1015, el que se utilizó esporádicamente hasta julio de 1983. Desde entonces, este automotor permaneció totalmente olvidado.
El año pasado, la Asociación Chilena de Conservación del Patrimonio Ferroviario con el apoyo de la Organización Funcional INICIATIVA CIUDADANA y las Empresas EFE, FEPASA y FERRONOR, dieron inicio al trabajo de rescate, conservación y restauración de este automotor, tomando en consideración que actualmente el ADI-1015 es el único que permanece en estado original y en el Ferrocarril para el cual fue diseñado. Los fondos para la restauración provienen de la Fundación Ford, FONDART, Municipalidad y aporte de las organizaciones participantes.
Para los trabajos de restauración se constituyó un equipo conformado por el mecánico Claudio Rubio, el electricista Gastón Muñoz y por el ingeniero Sergio Carmona como Jefe del proyecto, debiendo viajar en varias oportunidades a Coquimbo y Arica a escudriñar por repuestos para la restauración.
Junto con los motores se efectuaron trabajos de recambio de piso, vidrios de ventanas, tapizado de asientos, torneado de boggies, así como cambio del sistema eléctrico y de aire entre otros.
Una vez finalizada la restauración y se efectúen las pruebas de rigor, se realizará el viaje de inauguración con estudiantes de la zona, la que estaría previsto para el mes de Septiembre.
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