LOS ANDES (24/03/2015).- En un fallo sin precedentes, el Tribunal Oral en lo Penal de Los Andes condenó a 5 años de presidio menor en su grado máximo con el beneficio de la libertad vigilada al trabajador Rubén Enrique Castillo Ramírez (42), alias “El Cogotín”, como autor del delito de violación reiterada en contra de dos menores 8 y 9 años de edad al momento de ocurrencia de los hechos.
Los ultrajes fueron cometidos entre los meses de septiembre y diciembre del año 2011, siendo denunciados recién en mayo de 2012, fecha desde la cual el condenado permaneció primero en prisión preventiva y luego con arresto domiciliario total.
Paseos a Caballo.
La investigación desarrollada por el Ministerio Público y la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI logró establecer que el “Cogotín” invitaba a los menores a andar a caballo cerca de su domicilio ubicado en el sector de Terraplén El Sauce.
Aprovechándose de esta situación los llevaba hasta la medialuna del sector donde les efectuaba tocaciones en diferentes partes del cuerpo y luego los obligaba a que le practicaran sexo oral.
También los llevaba hasta un cerro cercano al Puerto Terrestre del Sauce donde repetía estos aberrantes actos.
A fin de que los niños no contaran lo ocurrido los mantenía amenazados con que iba a matar sus padres y les iba a quemar la casa.
Sin embargo, uno de los menores contó estos ultrajes a su madre, quien realizó la denuncia en la PDI.
De esta forma se iniciaron las pesquisas lográndose establecer la veracidad de la denuncia, por lo cual el Viernes fue detenido.
Tras dos años de investigación el Ministerio Público pudo llevarlo a juicio, no obstante las pruebas no resultaron del todo contundentes, por lo cual fue absuelto de los delitos de abuso sexual reiterado.
Junto al beneficio de la libertad vigilada a cargo de un delegado de Gendarmería, el condenado deberá someter se un programa de reinserción social y laboral.
Asimismo, durante los próximos 10 años posteriores al cumplimiento de la condena deberá informar cada tres meses su domicilio a Carabineros y deberá consentir la entrega de muestra ADN para ser ingresado al registro nacional de condenados por delitos sexuales.
También tendrá prohibición absoluta y perpetua para ejercer funciones en establecimientos educacionales o trabajos directos con menores y de acercarse a los menores ultrajados.
Cualquier incumplimiento de estas restricciones implicará una revocación de los beneficios y el cumplimiento efectivo de la pena, con medidas incluso aún más gravosas
Disconformidad de la familia de las víctimas.
Al término de la audiencia de lectura de sentencia, la madre de las víctimas, Eliet Salas Vidal (Ver foto ampliada), se mostró triste y decepcionada de la justicia chilena, “porque en este país no hay justicia, de qué sirve condenar a un violador si no va a pagar con cárcel”.
“Nosotros queríamos que se fuera preso, por último al hospital siquiátrico, pero en la casa, en libertad, no es justo y los niños van a tener que estar escondidos dentro de la casa porque vice cerca”, fustigó.
La madre dijo que este veredicto implicará también un retroceso en la rehabilitación sicológica de su hijo y se quejó que si siquiera el fiscal estuvo presente en la audiencia para poder haberle pedido que presentara algún recurso de nulidad, “porque lamentablemente somos pobres y no tenemos recursos para pagar un abogado, entonces no podemos hacer nada”.
La madre se quejó por la decisión del tribunal, “pues todos tenemos hijos y no entiendo cómo aplican estas condenas y si esto les pasara a uno de sus hijos no creo que habrían fallado de esta forma”.
No obstante ello, el Ministerio Público estudia presentar un recurso de nulidad del fallo a fin de que se pueda llevar adelante un nuevo juicio oral, ya que esta es la única vía legal para poder obtener una condena distinta.
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