La historia comienza el 02 de mayo de 1965, en aquella época un joven de 17 años llamado Enrique Vega comienza a trabajar en la Empresa Lipigas, distribuyendo cilindros de gas de 45 kilos en su triciclo de color rojo, que aún conserva guardado, recorría a “Poto Parao” toda la ciudad de Los Andes.
Gracias a este trabajo y a su esfuerzo logro formar una linda familia junto a su esposa y compañera de toda una vida Rosa y a sus tres hijos todos profesionales, a la fecha ya hay cuatro nietos.
No conozco a otra persona que haya entregado 50 años de su vida a sus clientes, 50 años de compromiso, dedicación, respeto, entrega, nunca supo de lo que fuera tomar una licencia médica, siempre dedicado a lo que era su trabajo y la atención hacia su clientela.
Han pasado los años, han pasado bodegas, concesionarios, ha dejado su triciclo y se ha subido a su camioneta, pero la calidad de su atención y compromiso no ha cambiado, sigue siendo el mismo viejo del gas de siempre.
Papa, talvez se me escapan muchos detalles, pero en estas pocas palabras quise resumir estos 50 años de entrega de tu trabajo y quiero que toda la ciudad de Los Andes sepa lo orgulloso que estoy de tener un padre como tú.
Tu hijo Yerko.
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