SAN ESTEBAN (23/11/2015).- Un trabajador de 59 años fue detenido la noche del domingo por personal de Carabineros tras ser sorprendido abusando sexualmente de la hija de su conviviente de 13 años.
Según informó el jefe de la Tenencia de San Esteban, Teniente Marco Cornejo Mendoza, el hecho habría ocurrido cerca de las 23 horas en un inmueble del sector San Francisco, cuando el sujeto concurrió hasta el dormitorio donde se encontraba la menor y sus hermanos con la finalidad de taparlos y apagar la luz.
En virtud a que el hombre se demoraba mucho, la madre concurrió al dormitorio para ver qué estaba ocurriendo y sorprendió a su pareja practicándole sexo oral a la niña.
La madre lo increpó duramente y comenzó a empujarlo para que se fuera del inmueble, ante lo cual el sujeto la tomó fuertemente, fracturándole la mano izquierda.
Tras ello el individuo se dio a la fuga del inmueble, mientras la madre denunció el hecho a Carabineros quienes la trasladaron junto a su hija hasta el servicio de urgencia del Hospital San Juan de Dios.
A la madre le diagnosticaron una fractura del quinto metatarsiano de la mano izquierda de carácter grave, mientras que la menor no presentaba lesiones en su zona genital.
Con los antecedentes aportados por la víctima el personal policial inició la búsqueda del sujeto, quien fue encontrado minutos después en las inmediaciones del inmueble.
El hombre fue identificado con las iniciales B.E.A.M., quien no mantiene antecedentes penales de ningún tipo, siendo puesto a disposición del Tribunal de Garantía de Los Andes por el delito de abuso sexual de menor de 14 años y lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar.
El Teniente Cornejo precisó que la menor comentó que anteriormente había sido ultrajada por el sujeto, “ pero no se lo quiso dar a conocer a la madre por temor a sufrir represalias por parte de su padrastro”.
Ampliación de la detención.
Una vez controlada su detención, el fiscal Ricardo Reinoso pidió ampliar su arresto por existir diligencias pendientes que son fundamentales para la investigación.
Una de ellas, señaló en audiencia el persecutor, es la declaración que se le debe tomar la menor, toda vez que ella habría relatado que este tipo de ultrajes donde su padrastro le besaba la vagina se habría repetido en otras oportunidades y se podría configurar el delito de abuso sexual reiterado.
El tribunal accedió a esta ampliación, por lo que el imputado fue enviado al penal de Quillota a la espera de la audiencia de formalización.
No obstante ello y según lo declarado por la defensora pública Lisette de la Fuente, el imputado había negado este tipo de contactos sexuales con la menor.
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