Una triste y lamentable situación la de la Corte de Apelaciones de Valparaíso de liberar a 788 reos, luego de acoger 875 solicitudes para acceder al beneficio.
Regidos por el Decreto Ley Nº 321, revisaron los antecedentes y determinaron la liberación de los internos desde sus respectivos penales. En Los Andes de un total de 50 solicitudes se aprobaron 46. Ante esta situación no me puedo quedar callado y firmemente expreso que no estoy de acuerdo con esta medida. En un ambiente de inseguridad cotidiano, en el que las convicciones de que hay que acabar con la delincuencia recibimos esta noticia que no viene a ayudar en nada en las políticas antidelincuencia. Se instala sin duda alguna, con mayor razón todavía, la sensación de la famosa puerta giratoria, sobre todo cuando ya vemos como muchos de los liberados ya han regresado a delinquir y eso desde ningún punto de vista es bueno.
En el Congreso Nacional se le ha quitado la urgencia a la ley corta que pretende ayudar a prevenir los delitos y a generar la sensación de seguridad en la ciudadanía. Entonces obviamente estamos frente a unas políticas temblorosas que cada vez más alejan a la ciudadanía de un país más justo, libre y soberano.
A lo que aspiramos como chilenos es a extirpar la sensación de miedo existente en las calles, incluso en nuestros en domicilios, y estas medidas logran todo lo contrario, queda la sensación con justa razón de que el estado de Chile protege más a los delincuentes que a los chilenos que con trabajo se han ganado todo lo que tienen.
Eso, a mi no me gusta y lo declaro firmemente, no quiero que seamos víctimas de los amigos de lo ajeno, y el Estado de Chile poco y nada está haciendo.
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