LOS ANDES (12/05/2017).-Ángel Custodio es destacado en #HeroesDeAconcagua a través del testimonio de su nieta, María Inelda Torrejón Montoya (Ver foto ampliada) más conocida como "La Torreja", ex alumna del Colegio María Auxiliadora de Los Andes, ex docente de la comuna de Santa María, quien actualmente colabora como voluntaria en las Damas Vedrunas.
Hoy a sus 72 años recuerda con nostalgia la vida y obra de su abuelo, quien según nos cuenta, nunca fue incluido en los libros de historia ni en ningún registro de Los Andes.
Nos remontamos a los años 30, cuando poco a poco Don Ángel empezó a trabajar los nostálgicos coches Victoria, lo más parecido en esa época a un automóvil al acceso de todos.
"El a veces trasladaba gente de Rinconada y San Esteban, a los "futres" decía él...los esperaba hasta muy pasada la madrugada y luego los iba a dejar hasta su casa, lloviendo de repente, porque en ese tiempo pocos andinos tenían vehículos y él seguramente era confidente de sus clientes y ahí se fueron pasando el dato y lo mandaban a buscar como emisario", comenta María.
¿Cómo pasó de tener solo uno, a llegar a tener una flota 17 coches?
“Primero trajo un coche, después otro más...hasta que llegó a tener 4 coches donde empezó a trabajar con más personas para que se los manejaran, incluso hubo un trabajador que se casó con una hija de mi abuelo, y que también tuvo coches, el coche n° 19 era característico porque estaba pintado verde abajo y negro arriba. Fue el coche de "El Chancaca" conocido popularmente quien falleció hace aproximadamente 4 años”.
¿Siente que hay una deuda patrimonial con los coches Victoria?
“Los coches Victoria se sustentaron solos por muchos años, la gente nacida y criada de aquí los quería mucho, ubicaba a los choferes, los llamaban, el teléfono estaba en la plaza de armas y limpiaban a menudo el lugar. Estaban muy bien organizados ellos”.
¿Además de ser un tesoro patrimonial el legado de su abuelo, también fue pionero en el transporte andino..?
"Así es, por eso me acerqué a dar mi testimonio en este programa, gracias al esfuerzo, se hizo una pequeña fortuna y llegó a tener varias casas. Funcionaron aproximadamente 32 coches de Victoria, también trabajo mi abuelo los Timburi"
¿Deberían volver los coches de victoria a Los Andes, tal vez con un atractivo turístico?
"Claro que sí, no los supieron valorar como en Viña, aunque ahora en esta ciudad están estorbando porque todo el mundo ahora tiene vehículo. En Los Andes podrían restaurar algunos y mostrarlos en algún lugar fijo o exponerlos en la semana andina, serviría además mucho para el turismo”.
“Hago un llamado al alcalde don Manuel Rivera que los traiga de vuelta, porque sería fenomenal, entretenido, y que ojala se hiciera un espacio para recobrar lo nuestro".
En el Parque Urbano se comentó que construirían una plaza para la tercera edad, ¿Cree que es necesario más espacio para el adulto mayor?
“Por supuesto. Además a Los Andes llegó mucha gente de afuera, mucha gente que no tiene idea de que significa Los Andes, que no la cuida y la considera una ciudad dormitorio, otros vienen de paso...entonces la gente que quiere a su tierra, debería impregnarse de lo que es realmente donde viven.
¿Se está perdiendo la identidad andina?
"Es que nadie cuida nada, en cambio nosotros, la gente antigua, la gente que tiene nietos le enseñamos que no hagan destrocen los árboles, que no bote basura en cualquier lugar, que no rayen en cualquier lugar y para qué decir de la plaza...que habían hasta naranjas que disfrutábamos todos a la salida del colegio".
“Nadie ha difundido esta historia porque no la han investigado, años en el año nunca tuvo un reconocimiento hasta hoy...”
Don Ángel Montoya, Falleció a la edad de 104 años, fiel benefactor del asilo de ancianos de calle Tres Carrera y de la iglesia Asunción.
Si bien este luchador nunca tuvo el afán de ser reconocido pos los historiadores, hoy el importante legado e historia de este andino se hace una necesidad, en esta larga búsqueda de identidad aconcagüina, porque las nuevas generaciones para apreciar a su ciudad, deben conocer a esos hombres y mujeres que pusieron la primera piedra para nuestro desarrollo.
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