Para el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet acompañar y entregar toda la ayuda que sea necesaria a quienes han sufrido un delito no sólo es una prioridad, sino que también un derecho, y por eso desde la Subsecretaría de Prevención del Delito hemos relevado los 10 años de la creación del Programa de Apoyo a Víctimas, que se materializa en la labor de los Centros de Apoyo a Víctimas de Delitos (CAVD).
Las víctimas de delitos violentos sufren inseguridad, desconfianza en su entorno y temor. Por lo mismo, cuando fue creado este programa en el año 2007, tuvo como objetivo principal acompañar a las víctimas y sus familias en el proceso de recuperación y reparación, habilitando paulatinamente los CAVD, con profesionales de alto nivel en atención de personas afectadas por delitos violentos, como lesiones, violencia intrafamiliar, robos con violencia, etc.
Hoy tenemos una cobertura total del país, con 52 puntos de atención en las 15 regiones. Este esfuerzo ha permitido que, a la fecha, sean más de 370 mil personas las que ha recibido atención psicológica, social y jurídica especializada.
Nuestro programa también interviene en casos de alta conmoción pública, como lo fue recientemente el intento de femicidio que afectó a Nabila Rifo, apoyada por un equipo completo de profesionales en el CAVD de Coyhaique, como también participamos en el caso de la estudiante chilena asesinada en Buenos Aires, Nicole Sessarego, cuya familia es atendida en el CAVD de Valparaíso, entre otros casos.
Junto con el aumento de su cobertura, el Programa de Apoyo a Víctimas ha comenzado a ir más allá de atención a las personas víctimas de delitos, para incluir a aquellas que fueron severamente afectadas por accidentes de tránsito graves o catástrofes naturales.
Así por ejemplo, en 2015, se firmó un convenio con la Fundación Emilia para derivar a las personas que, luego de sufrir un accidente grave de tráfico, necesiten atención personalizada y especializada. A esto sumamos un protocolo especial de atención cada vez que se produzcan grandes catástrofes naturales o similares, como fueron los recientes incendios forestales, las inundaciones en la Región de Atacama o el último terremoto en la Región de Coquimbo.
El aumento de cobertura, la ampliación de los servicios y el compromiso con las víctimas en estos 10 años es el resultado del trabajo de un equipo de profesionales con gran vocación de servicio, que aprovecho de reconocer y agradecer públicamente, y por lo mismo eso nos obliga a seguir mejorando y fortaleciendo el trabajo, en directa coordinación con otros servicios, las policías y el Ministerio Público, de manera tal de dar respuesta a los casos que se presenten en la capital y las regiones.
No lo olvidemos, detrás de cada persona víctima de un delito o una situación de alta gravedad existe una familia y una comunidad que demanda apoyo por parte de las instituciones del Estado, y nuestro compromiso es poder brindársela con prontitud y profesionalismo.
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