Soy simpatizante del Frente Amplio (FA) y vote por Beatriz Sánchez, pero la postura adoptada por el conglomerado luego de la primera vuelta en estas elecciones presidenciales, la siento mezquina respecto del bienestar todos los chilenos.
En un escenario de ficción, donde las alternativas fuesen Sanchez - Piñera ó Sanchez – Guillier, yo votaría por Beatriz en ambos casos, pero la realidad es que esta segunda vuelta es entre Piñera y Guillier, por lo que cabe preguntarse ¿Por qué la incipiente fuerza política surgida gracias a movimientos sociales y la nueva estructura electoral (propiciada por el gobierno de Bachelet), que además considera a Piñera un retroceso, no apoya explícitamente a Guillier?
Generalmente estoy de acuerdo con las opiniones de Gabriel Boric, y votaría por el si tuviera la oportunidad, pero en este tema me parece escuchar una retorica obtusa, que los lleva a una ambigüedad que podría ser considerada una posición cobarde y/o infantil, especialmente de parte del movimiento autonomista. Me parece verlos “montados en el macho”, actitud que observé también en Nicolás Grau, y que desde mi perspectiva muestra una actitud irresponsable. Como representantes de su electorado, tienen un deber que se traduce en liderazgo, y si tienen miedo de ejercerlo, sus bases y cúpula nos están exponiendo a un retroceso flagrante con Piñera, por lo tanto coincido con el error histórico del que habla Guillier e intuyo que le costará caro al FA en 4 años mas, cuando el voto de castigo ya no sea para la Nueva Mayoría.
En mi tradición familiar de arriero, cuando vamos por el ganado a la cordillera, lo guiamos desde las montañas más altas hasta su lugar en tierras bajas, desde principio a fin, no los dejamos a mitad de camino para que elijan ellos si llegan o no a casa, los guiamos y cuidamos todo el camino hasta el objetivo final.
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