LOS ANDES (23/04/2018).- Sin oponer resistencia y en momentos en que se encontraba en casa de una amiga fue detenido el sujeto de iniciales P.I.L.A., de 36 años, a quien el pasado viernes personal de Carabineros le incautó armamento y gran cantidad de municiones de guerra que ocultaba en el departamento donde residente en la villa Alto Aconcagua (Ver foto ampliada).
El antisocial se mantuvo prófugo desde el viernes cuando fue denunciado por su madre hasta la tarde del domingo donde se logró finalmente su captura.
En la audiencia de formalización de la investigación, el Fiscal Jefe del Ministerio Público, Ricardo Reinoso, expuso que la tarde de ese día la madre del imputado sostuvo una discusión con este debido a que quería llevar a vivir a su pareja.
El antisocial la amenazó de muerte, razón por la cual la madre le dijo que llamaría a Carabineros, hecho que concretó momentos después.
Al escuchar el llamado a la policía, el sujeto huyó del lugar a fin de buscar refugio en casa de amigos en el mismo sector de la Villa Alto Aconcagua.
Cuando el personal policial llegó al inmueble y se entrevistó con la madre, esta lo delató y dijo a los funcionarios que en el inmueble habían armas y municiones, permitiendo el registro voluntario del departamento.
En la revisión los Carabineros hallaron adosados a la mesa del comedor dos armas de fuego; una escopeta Wincherter calibre 44 y un fusil Mausser.
Posteriormente en el dormitorio del antisocial encontraron una escopeta recortada y más de mil 300 municiones de diverso calibre.
También en una cavidad oculta en la pared habían cinco estoques y un rifle de aire comprimido.
Todo este verdadero arsenal de armamento y municiones fue incautado como medio de prueba en contra del antisocial.
El fiscal Reinoso le imputó un delito de tenencia ilegal de arma prohibida, uno de tenencia ilegal de arma de fuego y varios ilícitos de tenencia ilegal de municiones.
El persecutor hizo referencia a que este maleante registra una condena por el delito de lesiones en contexto de violencia intrafamiliar.
Por la multiciplidad y gravedad de los delitos, que en caso de ser condenado implicarían una pena mínima de 10 años de cárcel, la magistrado Griselda Valenzuela consideró que su libertad representaba un peligro para la seguridad de la sociedad y lo dejó en prisión preventiva por los cuatro meses que durará la investigación.
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