Desde hace algunas semanas se ha instalado en Chile una nueva agenda social que busca responder demandas que exigen mayor dignidad en distintos ámbitos. En el marco de esa discusión creemos que no hay que perder de vista la realidad regional, que presenta en la actualidad sus propias urgencias. Existe un segmento importante de la población que debe, de forma obligatoria, moverse a lo largo del país en buses interurbanos, ya sea para trasladarse a sus hogares o a sus zonas de trabajo.
Consideramos que es momento de mejorar este servicio, que para miles no es una opción, sino la única vía. Las cifras no mienten: es usado por el 30% de la población y principalmente por los niveles socioeconómicos medios y bajos. Y, pese a ello, es común ver en regiones espacios con poca infraestructura y precaria seguridad. Proponemos un plan de terminales que permita renovar estos espacios y entregarle a las personas condiciones dignas para su viaje.
Esto no sólo solucionaría una demanda tremendamente urgente, sino que además permitiría dar un impulso al desarrollo económico regional. Ambas cosas deben ir íntrinsicamente de la mano para poder avanzar en el contexto país actual.
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