Miercoles, 1 de Mayo de 2024  
 
 

 
 
 
Opinión

La biblioteca visitada y leída por un lector

Por Luis González Reyes, Presidente del Centro de Estudios Para Asuntos Docentes de Los Andes (CEPAD)

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En uno de los episodios del Quijote de la Mancha, se relata el escrutinio e inventario que de la biblioteca del hidalgo, realizan el cura y el barbero del lugar, para quemar luego, los libros de caballeros andantes, de este modo, creían curar a Don Quijote de su locura y volverlo a su sensatez; del mismo modo, el libro Fahrenheit 451 relata que en un Estado no está permitido ni la posesión de libros ni menos aún la lectura de ellos, existiendo un cuerpo especial de bomberos destinado a buscar textos y quemarlos y la resistencia clandestina de personas que los memorizaban para preservar sus contenidos y, con ello, la cultura.

Desde la antigüedad, obras como El Arte de Amar de Ovidio, fueron consideradas pecaminosas, de igual manera durante una época la Inquisición vigilaba y censuraba los textos, especialmente aquellos que llegaban a la América Hispana. Es imposible no traer a colación la quema de libros en 1973, llegando incluso a censurar hasta los diarios de la época. Hacia el 2009 algunos libros digitales también fueron eliminados, sirva como ejemplo que AMAZON eliminó de su lista la obra 1984 de G. Orwell.

El lugar natural para los libros son las escuelas y colegios, pero donde se concentran como espacio exclusivo son las bibliotecas, no todas las comunas cuentan con ellas; la de nuestra ciudad -enclavada en las faldas del cerro Quicalcura o de la Virgen donde antes existía un frondoso parque que los esfuerzos de la dirección de la Biblioteca y algunos vecinos quieren restaurar-, es una biblioteca pública municipal, entiendo que depende administrativamente del Departamento de Educación, es un ámbito grato de visitar no sólo por encontrarse con esos hacedores de sueños, de ilusiones, de pesares y de aventura que son los libros, independientemente de que con ellos el lector dialoga con el autor. En la citada biblioteca es posible obtener una gentil orientación, más allá de que cada funcionaria de dicha biblioteca es amable, lo que resulta en una atención óptima.

Es de Perogrullo que en dicho recinto existen variados textos. Algunos de ellos agrupados en el fondo general que incluye obras específicas relativas a una disciplina del conocimiento, además de otro fondo que pone a disposición del usuario libros de temas literarios de variada índole, memorias, ensayos, novelas; cabe agregar, que también se dispone de una hemeroteca en la cual es posible revisar diarios antiguos de Los Andes; además de lo ya enunciado, la biblioteca imparte talleres de poesía, convocatoria a concursos literarios, exposiciones, foros, conciertos musicales, obras teatrales y otras tantas actividades de promoción cultural, siendo digno de notar la vinculación hacia colegios en una fructífera red cultural, los encuentros de narración oral, capacitación básica en informática en alianza con la DIBAM, constituyéndose incluso en un espacio de protección de perros barriales, y cada cierto tiempo se instala allí hasta ¡una oficina de Impuestos Internos! a fin de facilitar la declaración de renta de los andinos. Cada una de esas innumerables acciones y muchas otras tienen nombres: María José, Paula, Belén, Magda, Miguel, Jessica y a la cabeza de ellos, la destacada profesora Viviana Bugueño.

El número de socios de esta Casa Andina ha aumentado notoriamente, lo que constituye un buen augurio y un esperanzador futuro para los usuarios.

Sin embargo, es evidente a la visión del usuario de la biblioteca los problemas crónicos y antiguos de infraestructura, tales como alcantarillado, climatización, filtraciones en paredes e incluso el haber observado inundaciones al no contarse con un sistema eficaz de evacuación de aguas lluvias para nuestro clima cada vez más cambiante, naturalmente en esos eventos los textos sufren un deterioro que no es posible reparar. Resulta obvio que dichas carencias y deficiencias deben ser solucionadas, dado que atiende público, si no se cuenta con recursos para ello, es posible la postulación a fondos –para adquirir textos, mobiliario, reparación y construcción de infraestructura u otros- cumpliendo con las condiciones y rendiciones propias de cada proyecto.

“Los libros nos han legado hechos del pasado, la igualdad de los seres humanos, sin los libros las mejores (y a veces peores) cosas de nuestro mundo se los habría llevado el olvido” esta cita es de la escritora Irene Vallejos, que tiene un libro sobre la historia de los libros.

Desde los más remotos tiempos existieron textos elaborados con papiro, o los pergaminos en cueros, pasando por las tablillas de greda escritas, el trabajo de los amanuenses en los conventos durante la Edad Media, de esta forma la humanidad le ha dado continuidad a la comunicación escrita y por esto y por mucho más, la biblioteca y los libros deben ser cuidados porque constituyen parte del patrimonio de nuestra ciudad y de la humanidad.


 
 
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