SAN ESTEBAN (18/05/2025).- El padre Andrés Rodríguez tomó posesión como nuevo párroco de la Parroquia San Esteban Mártir de la comuna, durante la celebración de la Eucaristía que fue presidida por el obispo de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua, Gonzalo Bravo Álvarez.
La misa, oficiada el domingo 4 de mayo, fue concelebrada por sacerdotes, diáconos y ministros que se unieron a este momento tan significativo para la vida pastoral del presbítero.
Asimismo, participaron feligreses de las comunas de San Esteban y de Rinconada, su anterior comunidad en la Parroquia San José Obrero, y de diversas comunidades de la diócesis, que colmaron el templo parroquial manifestando su cariño y cercanía con gestos y palabras llenas de afecto.
Entre los asistentes también estuvo el alcalde Christian Ortega, quien acompañó a la comunidad en esta significativa jornada.
Durante la homilía, monseñor Gonzalo Bravo recordó la vocación del pastor como servidor, guía y rostro visible del amor de Dios para su pueblo, invitando a los feligreses y vecinos de San Esteban a caminar junto a su nuevo párroco, sosteniéndolo con la oración y la comunión fraterna, en una misión compartida donde el amor a Cristo se haga concreto en la vida comunitaria.
Uno de los momentos más emotivos fue la renovación de las promesas sacerdotales por parte del padre Andrés, gesto de profundo significado que fue seguido por los asistentes y que reflejó su fidelidad al llamado de Dios como su disposición al servicio de la Iglesia.
En sus primeras palabras como párroco, el padre Andrés expresó su gratitud por la acogida de las autoridades, vecinos y feligreses de San Esteban, manifestando su deseo de caminar juntos con espíritu de comunión y escucha. También tuvo sentidas palabras de agradecimiento para su anterior comunidad de San José Obrero en Rinconada, con quienes compartió años de servicio pastoral y cuyo cariño seguirá guardando en su corazón.
Durante la celebración, representantes de ambas comunidades ofrecieron palabras llenas de afecto y gratitud. Desde San Esteban, se expresó la alegría de recibir al nuevo párroco y el compromiso de caminar en sinodalidad. Desde Rinconada, una representante agradeció al Padre Andrés por su entrega y cercanía a lo largo de los años, y aunque su partida se vive con tristeza, se asumió con esperanza, sabiendo que en la Iglesia los pastores son un regalo que se comparte.
La jornada concluyó con un compartir fraterno en el patio del templo, donde se respiró alegría, unidad y un renovado compromiso de seguir construyendo comunidad.
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