LOS ANDES (13/11/2025).- En un ambiente de emoción y nostalgia, Codelco Andina recibió a 23 extrabajadores y trabajadoras, que regresaron al campamento de Saladillo para reencontrarse con los lugares donde construyeron décadas de historia laboral y familiar.
La actividad reunió al grupo “Remembranza Andina”, que está conformado por quienes dedicaron parte fundamental de su vida a la división y que mantienen un profundo vínculo con su legado.
Marco Gutiérrez Irarrázabal, supervisor de Mantenimiento de Mina Rajo, destacó el significado de esta iniciativa: “Partimos pensando en 10 o 15 personas y en la primera convocatoria llegaron más de 100. Eso nos mostró la necesidad que tenían de reencontrarse y volver a lugares llenos de historia. Para ellos, estar aquí nuevamente significa mucho, y estamos muy agradecidos por la excelente recepción que hemos tenido”.
La jornada comenzó con un desayuno de camaradería donde los asistentes se abrazaron, compartieron anécdotas e iniciaron un día que prometía grandes emociones. Desde allí, se dirigieron a la Sala COM, donde observaron con asombro la operación remota y los avances tecnológicos que hoy permiten monitorear en tiempo real la actividad productiva de la división.
Posteriormente visitaron la Maestranza, un espacio especialmente significativo para algunos, pues allí se forjaron años de trabajo, aprendizajes y amistades. Tras el recorrido, las y los participantes compartieron un almuerzo en el casino de Saladillo, momento en que las risas y reencuentros con antiguos colegas de apoderaron del ambiente.
Uno de los momentos significativos de la jornada tuvo lugar en el Cine Saladillo, donde fueron recibidos por el gerente general de Codelco Andina, Lindor Quiroga Bugueño.
En una conversación cercana y profundamente valorada, el ejecutivo compartió el presente y los desafíos de la división, destacando la importancia del rol de quienes cimentaron su historia. “Ustedes entregaron gran parte de su vida a esta división y contribuyeron de manera decisiva al aporte que Codelco entrega al país, gracias por su dedicación y por todo lo que construyeron. La gente que levantó Andina está aquí”, expresó con emoción.
Durante todo el recorrido surgieron conversaciones cargadas de recuerdos. Washington Madrid Muñoz, con 43 años de trayectoria, comentó que “para mí fue un honor y un orgullo haber trabajado tantos años en la división. Volver acá emociona, porque aquí viví de todo y aprendí a ver la vida de otra forma. A las nuevas generaciones les diría que quieran y respeten a Codelco, porque es una oportunidad enorme para desarrollarse”.
Por su parte, Ángela Oñate Serey, con 21 años de carrera, recordó que “trabajar en Andina fue el mejor empleo de mi vida; había camaradería, respeto y orgullo. Además, fui una de las primeras mujeres líderes, algo que me marcó y que aún hoy se refleja cuando antiguos compañeros me saludan con cariño. Estoy muy orgullosa de haber pertenecido a esta división”.
El recorrido culminó con una visita al gimnasio, para luego cerrar la jornada en la Piscicultura de Río Blanco, sellando así un día lleno de recuerdos y orgullo por haber sido parte de la historia de Codelco Andina.
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