Esta semana nos hemos sorprendido con la triste noticia del fallecimiento de uno de los más destacados hombres del Valle de Aconcagua y particularmente de la ciudad de San Felipe.
Acostumbramos homenajear a artistas foráneos, personalidades de otros lugares, y a veces hace bien reconocer y homenajear a uno de los nuestros, a una persona que dedicó su vida y obra por los demás. Me refiero al doctor Edison Pérez Rojas (1920-2009).
Luego de realizar estudios en derecho, estudió Medicina en la Universidad de Chile, desempeñándose en varias ciudades del sur de Chile, hasta que en una primavera llegó a la ciudad de San Felipe, y sorprendido por el inusual calor que experimentaba para el mes de septiembre, decidió que esa era el lugar donde quería pasar los 18 de septiembre el resto de sus días.
El médico gineco–obstetra, se destacó, entre otras virtudes, por su memoria privilegiada. En mis conversaciones con este sabio octogenario, me asombraba de su capacidad para recordar acontecimientos, fechas, personajes, historias y leyendas.
No en vano presidió la Sociedad de Historia y Arqueología de Aconcagua, institución a la que perteneció por más de 30 años.
Además, se destacó durante toda su vida por la entrega desinteresada, aún después de su retiro del ejercicio profesional, colaborando con diversas instituciones, una de ellas la Cruz Roja filial San Felipe.
Tenía un fantástico sentido del humor, una modestia y una sinceridad únicas, y una entrega por el prójimo que predicaba con el ejemplo. Participó hasta el último día en actividades diversas movido por su profundo sentido comunitario y vocación social.
El día de su despedida, fue recordado con las palabras del venezolano Andrés Eloy Blanco, extraídas de su poema “Coloquio bajo la palma”: Lo que hay que ser es mejor
y no decir que se es bueno; ni que se es malo. Lo que hay que hacer es amar lo libre en el ser humano. Lo que hay que hacer es saber, y alumbrarse ojos y manos, y corazón y cabeza, después, ir alumbrando. Lo que hay que hacer es dar más, sin decir lo que se ha dado. Lo que hay que dar es un modo de no tener demasiado, y un modo de que otros tengan su modo de tener algo”.
En 1984, la Sociedad de Historia y Arqueología de San Felipe, presidida por Edison Pérez Rojas, propuso el nombre de Manuel de Lima, otro gran hombre de la historia de San Felipe para la avenida principal del conjunto residencial “Carmen y Dolores”, de esa ciudad, propuesta que fue aceptada por la autoridad edilicia.
Creo que sería de gran estatura proponer el nombre del Dr. Edison Pérez Rojas para una Avenida o calle de San Felipe, en reconocimiento a este gran hombre de nuestra tierra.
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