LOS ANDES.- Por el delito de Homicidio simple fue condenado en juicio simplificado a cinco años de presidio menor en su grado máximo Víctor Villarroel Díaz (25), alias “El Suflito”, quien la madrugada del Sábado 16 de octubre de 2010 hirió mortalmente a Álvaro Madariaga Cruz, apodado “El Charamelli” durante una riña callejera.
Como se recordará, el hecho se produjo en las afueras de uno de los block de la villa Los Copihues en circunstancias que la víctima y un grupo de personas se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas.
Por razones que no están del todo claras se produjo una discusión y luego una riña entre los participantes, momento en el cual “El Suflito” sacó de entre sus ropas un arma cortante con la cual atacó al “Charamelli”, causándole una herida en el abdomen.
El herido corrió hasta su departamento, pero cayó desvanecido por la pérdida de sangre, siendo asistido por su hermana y un cuñado quienes lo encontraron con las vísceras fuera de la cavidad abdominal, trasladándolo de inmediato al hospital San Juan de Dios.
Debido a la gravedad de sus heridas debió ser derivado hasta la UCI del hospital San Camilo donde finalmente falleció cuatro días más tarde.
Tras la agresión la Brigada de Homicidios detuvo al “Suflito” quien fue formalizado por homicidio y quedó en prisión preventiva hasta el día del juicio simplificado efectuado el pasado día Miércoles.
Si bien el caso debía terminar en un juicio oral, la fiscalía ofreció la posibilidad de tramitar la causa bajo las normas del procedimiento simplificado debido a que había dificultades probatorias para acreditar el hecho.
Incluso el arma con la cual fue agredido “El Charamelli” nunca apareció, con lo cual se hacía difícil obtener una condena mayor para el imputado.
Además, durante el largo proceso el imputado efectuó depósitos bancarios por un total de 85 mil pesos con la intención de reparar el mal causado.
Falta de Pruebas.
Sobre esta decisión de realizar un juicio simplificado, cuyos hechos de la acusación fueron aceptados por “El Suflito”, el fiscal Pedro Aravena Arriagada (Ver foto ampliada) explicó que el Ministerio Público originalmente estaba pidiendo una condena de 10 años de cárcel, “pero considerando que todos los testigos del caso eran amigos de víctima e imputado, además pertenecían al mismo sector, entonces era impredecible lo que iba a ocurrir en el juicio oral, porque como nadie vio al imputado enterrarle un cuchillo a la víctima, sino que todos lo presumen porque estuvieron juntos y todos le imputaban la responsabilidad en el homicidio”.
Aravena sostuvo que no había pruebas con el estándar requerido en un juicio oral, “ y como el estándar del abreviado en un poco más bajo, sobre todo considerando que el imputado acepta los antecedentes, se le ofreció la salida alternativa”.
El persecutor aseguró también que hubo consentimiento de la familia de la víctima para llevar este caso a procedimiento simplificado, “pues están conscientes de que la prueba que había era incierta, porque el arma nunca se encontró, a pesar que se hizo un peritaje para determinar si había sangre de la víctima en la ropa del imputado no se hallaron muestras, entonces era difícil tener un juicio y con el estándar que está exigiendo el Tribunal Oral se le haya condenado e impusiera la pena”, acotó.
No obstante, Aravena se mostró satisfecho con la condena obtenida, “puesto que finalmente fue sentenciado a una pena de un día menos de la que le correspondía, lo que para la Fiscalía es satisfactorio. El imputado quería cuatro años, pero encuentro que eran muy poco para la responsabilidad y el bien jurídico”, puntualizó.
Víctor Villarroel deberá cumplir la pena de manera efectiva sin beneficios, ya que cuenta con antecedentes penales anteriores por robo en bien nacional de uso público, robo de bienes con fuerza en las cosas, tráfico de drogas, amenaza y riña.
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