LOS ANDES (07/01/2014).- Un gitano atacó a mordiscos a su conviviente y luego trató de matarla estrangulándola con sus propias manos delante de sus dos hijos pequeños.
Este caso de violencia intrafamiliar ocurrió al interior de una carpa que los zíngaros levantaron en los terrenos de la ex aduana de Hermanos Clark.
Hasta allí llegó ebrio y drogado el imputado Marcelo Nicolich California (28), quien comenzó a exigirle a su mujer que lo acompañara a beber.
Como la víctima no accedió a los requerimientos de su pareja, el hombre se ofuscó y comenzó a destrozar todo lo que había en el interior de la carpa e incluso botó los platos con comida que se aprestaban a consumir sus dos pequeños hijos.
No contento con ello y mientras profería insultos y amenazas se abalanzó sobre la mujer y comenzó a morderle el rostro, para luego con sus propias manos y sin importar que sus hijos lo estaban mirando, tomarla del cuello y empezar a estrangularla con sus propias manos.
Ahí comenzó un forcejeo y la víctima logró zafarse, para luego el gitano tomar un vidrio y comenzar a autoinferirse cortes en los brazos.
La mujer huyó de la carpa y se dirigió hasta el Servicio de Urgencia del Hospital San Juan de Dios a curarse sus heridas, siendo seguida por su pareja.
En el servicio de urgencia continuó el altercado entre la pareja y finalmente la mujer decidió denunciarlo a Carabineros.
Personal policial que llegó al lugar debió reducir por la fuerza al gitano, quien producto de su estado etílico estaba sumamente agresivo.
Nicolich pasó a control de detención en el Tribunal de Garantía y el fiscal Alberto Gertosio lo requirió en procedimiento simplificado por los delitos de lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar, amenazas y daños (Ver foto ampliada), ya que los destrozos causados en la carpa fueron avaluados en la suma de un millón de pesos.
El Tribunal fijó una nueva audiencia para consultarle al gitano si acepta o no su responsabilidad los hechos, arriesgando una pena de 61 días por cada uno de los delitos.
En el intertanto quedó en libertad, pero sujeto a las medidas cautelares de abandono de la carpa que compartía con su pareja y prohibición de acercarse a ésta.
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