El 5 de abril de 1910 salió desde Los Andes el primer tren del ferrocarril Trasandino con destino a la frontera donde se realizaron las ceremonias oficiales de inauguración de este tren binacional.
La partida del convoy se realizó desde la flamante estación del Trasandino ubicada a 60 metros al oriente de la actual avenida Carlos Díaz.
Esta estación estaba distante medio kilómetro de la Estación de Ferrocarriles del Estado, cuyo emplazamiento original estaba unos metros hacia el poniente de la actual ex estación de Avenida Carlos Díaz.
La flamante estación del Trasandino había sido terminada completamente algunos meses antes de la inauguración oficial de los servicios del tren internacional, junto a otras obras complementarias como las cocheras para carros, torre de agua y las bodegas.
Demolida durante los primeros años de la década del 90, muy poco queda, mejor dicho nada de lo que fue su estructura original.
Construida en adobe con vigas de pino oregón en su techumbre, contaba con tres accesos desde el andén y dos salidas posteriores que no eran ocupadas, ya que todo el tráfico de personas y carruajes se hacía por el ala poniente.
La estación se mantuvo en operaciones hasta 1954 cuando fue inaugurada la nueva y flamante estación de avenida Carlos Díaz, la cual en su lado sur albergaba los andenes del Trasandino y en la parte norte los de Ferrocarriles del Estado.
La antigua estación del Trasandino continuó prestando servicios, ya no como para los pasajeros, sino que para el servicio de cargas hasta el término del ferrocarril en 1984.
Después de esa fecha la antigua estación fue usada como bodega y finalmente demolida junto a las casa de funcionarios de ferrocarriles que estaba al costado poniente.
Nadie reparó en la importancia histórica de esa estación que sucumbió junto al emblemático estadio ferroviarios.
Visión de un ex ferroviario.
Para el ex ferroviario y actual Presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Los Andes, Jorge Ponce, la antigua estación del Trasandino nunca debió ser demolida.
De sus años en ferrocarriles mantiene vivos los recuerdos de todo el tráfico internacional que generaba este tren, el que a su juicio nunca debió suspender sus servicios.
¿Don Jorge cuéntenos un poco sobre lo que era la antigua estación del Ferrocarril Trasandino?
“Se conocía como la Estación del Trasandino, ahí llegaba todo lo venia del otro lado de la cordillera es decir por el correo Bio oceánico, mercaderías desde Uruguay, Paraguay, Argentina, Brasil y desde lo más cerca que era Mendoza, toda la carga que se traía era traspasada a trenes de trocha ancha, también a la inversa cuando llegaba carga del Perú que iba con destino a los países antes señalados cambiábamos de trocha desde ancha a la angosta, también los animales que se traían desde Mendoza, cuando los cargamos ahí llegaban aquí a Los Andes y después se tenían que esperar por la carga que iba al Perú, tenían que estar aquí 30 días ya sea por el riesgo sanitario de ese tiempo y para que los animales se recuperaran tras el largo viaje, en ese tiempo se le llamaba cuarentena y estaban en los corrales de Los Andes. Puedo indicar que Ferrocarriles del Estado fue una gran empresa hasta el año 1974 o 1975 ya luego no empezó a ser lo mismo”
¿La antigua estación solo controlaba la carga en tránsito o veía otras cosas?
“Los trenes de pasajeros salían desde la estación del estado que le llamábamos nosotros y que tenían anexos cuando venía la combinación de ferrocarriles y se instalaba por aquí por la orilla donde está el terminal de los Buses Pullman, ahí llegaban los pasajeros entraban a la aduanas, se revisaban, presentaban la documentación a fin de viajar a la Argentina y era esa estación donde se vendían los pasajes del Tren trasandino, también se podían comprar los pasajes en Santiago”.
¿Qué reflexión hace de la importancia del Trasandino para Los Andes?
“Como ferroviario me da una pena inmensa ver el abandono de las estaciones con suerte quedan algunas murallas paradas, de Juncal a Portillo los túneles están todos desplomados y como te decía en el año de 1975 se empezó a ver que el ferrocarril no estaba funcionando bien ya que vino otra administración. A mi parecer el daño más grande que se le ha hecho a Chile es haber parado el Tren Trasandino, es solo mirar a Europa como el tren es un espejo de su adelanto. Somos el primer puerto terrestre de Chile por lo tanto deberíamos contar con todas las vías de comunicación. Hay proyecto de reconstruir el ferrocarril con túneles de baja altura, pero es una inversión muy grande”
Rescatando el Patrimonio del Ferrocarril Trasandino y su proyección hacia el siglo XXI, es un proyecto financiado por el Fondo de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile 2015 y ejecutado por nuestro medio a fin de contribuir a la recuperación de la memoria histórica de Los Andes.
|
.jpg)
