ACONCAGUA (24/03/2017).- El peso de la evidencia reunida por la policía terminó por hacer confesar al joven Cristián Andrés Muñoz Muñoz, de 21 años su autoría en el crimen de la joven Susana Sanhueza, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 7 de marzo en una bodega del archivo municipal de San Felipe.
La detención del imputado se produjo en virtud de una orden emanada del Tribunal de Garantía de San Felipe conforme a toda la evidencia probatoria en su contra que incluyó más de 300 horas de filmación de cámaras de seguridad de locales contiguos a la bodega.
El Jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de Los Andes, Comisario Gino Gutiérrez, indicó que el caso policialmente se encuentra aclarado tanto por la evidencia recaba que sitúa al joven como el autor del crimen y su propia confesión.
El oficial dijo que el imputado y Susana se conocieron a través de redes sociales el año 2015 y entablaron amistad en base a su amor por los animales, pasando a integrar una organización animalista.
El Comisario aseguró que el crimen fue perpetrado en la misma bodega municipal y conforme a las pericias realizadas el cuerpo, el deceso se produjo el mismo día en que se le perdió el rastro a la joven, vale decir el 28 de febrero.
Ratificó además que el cuerpo no presentaba lesiones traumáticas, siendo la causa de muerte la asfixia por sofocación que le provocó el imputado.
Respecto a las motivaciones del crimen, el Comisario sostuvo que eso es resorte del Ministerio Público establecerlo, aun cuando el caso está inicialmente caratulado como Homicidio.
Además ratificó que en poder el joven no se encontraron especies de propiedad de la víctima como algunos medios locales habían asegurado.
Asimismo, dijo que el imputado mantenía llaves del archivero municipal al cual ambos ingresaron el día del crimen.
Creyó que estaba muerta.
El joven fue puesto a disposición del Tribunal de Garantía de San Felipe donde el fiscal Eduardo Fajardo lo formalizó por homicidio simple (Ver foto ampliada).
En la audiencia el persecutor relató la cronología de los hechos y de cómo la pareja llegó hasta el archivo municipal de San Felipe del cual el joven tenía llave.
Según el persecutor, el 28 de febrero Susana salió de su casa para dirigirse a Los Andes a buscar unos lentes y luego se fue hasta San Felipe para juntarse con el imputado, ya que ambos se habían puesto de acuerdo por Whatsapp para encontrarse en la plaza cívica de esa ciudad.
Allí conversaron un rato y se dirigieron luego a la bodega del archivo municipal donde continuaron conversando.
Conforme a lo dicho por Muñoz a la policía, la joven habría ingerido un medicamente y luego se desmayó para posteriormente comenzara convulsionar.
Ante ello, Muñoz pensó que era una broma y se sentó en las escaleras a escuchar música y jugar en su celular, transcurriendo cerca de una hora.
Al no sentir ruido de su amiga volvió a subir y encontró el cuerpo inerte, colocando un espejo en su nariz para ver si respiraba y efectuándole maniobras de reanimación que no habrían dado resultado.
Creyéndola muerta colocó una bolsa en su cabeza y extremidades superiores, amarrándola al cuello, para luego hacer lo mismo con sus piernas, procediendo finalmente a limpiar el lugar y retirarse no sin antes llevarse el celular y la mochila de Susana.
El celular lo habría abandonado en un vehículo, mientras que la mochila se la llevó a su casa donde la mantuvo por cerca de cuatro días, hasta que su hermana se deshizo de ella.
El imputado reafirmó sus dichos en que siempre creyó muerta a Susana y por eso le colocó la bolsa en la cabeza, lo que es compatible con la causa de muerte que corresponde a una asfixia mecánica compatible con sofocación.
“El imputado abre el candado, ingresa por la escalara junto con la víctima y en un pasillo del segundo piso la víctima, que era insulino dependiente, pierde fuerzas y en esas circunstancias el imputado coloca una bolsa plástica de color blanco en la cabeza de la víctima y que ató al cuello, que era del supermercado donde trabaja como empaquetador, asfixiándola y provocándole la muerte debido a dicha acción”, expuso el fiscal Fajardo en la audiencia.
Expuestos los antecedentes, la magistrado Rocío Oscariz consideró suficientemente acreditado el delito y la participación de Muñoz en el delito de homicidio, decretando su ingreso a prisión preventiva por los seis meses que fijó de plazo para el cierre de la investigación.
Con la detención del autor se cierra en parte un círculo de dolor para la familia de Susana, ya que en caso de ser declarado culpable, Muñoz arriesga una pena que parte en 10 años de presidio.
Asimismo, queda la duda por qué el joven no solicitó ayuda médica cuando vio que su amiga presuntamente no respiraba y eso será resorte de la investigación del Ministerio Público de San Felipe.
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