LOS ANDES (27/06/2025).- La mañana de este viernes el sacerdote Gustavo Adolfo Morales López ha presentado al obispo de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua, monseñor Gonzalo Bravo Álvarez, su renuncia a todos los encargos pastorales que se le habían encomendado, entre éstos el de párroco de la Parroquia Santa Rosa de Los Andes y delegado episcopal del clero.
Así lo ha informado oficialmente esta tarde la propia Diócesis mediante un breve comunicado publicado en su sitio web y redes sociales, donde se indica que “esta decisión, asumida libremente por el padre Gustavo, tiene como propósito iniciar un tiempo de reflexión personal, acompañado de un proceso de discernimiento espiritual e integral, bajo la guía de profesionales y acompañantes designados para este fin”.
Se agrega que en este contexto y como comunidad eclesial “encomendamos al Señor Jesús, por intercesión de la Virgen María y de Santa Teresa de Los Andes, al padre Gustavo en esta nueva etapa de su vida”.
Consecuencias de reportaje por denuncia de feligresa
La determinación la adopta el presbítero luego que el domingo pasado fuera emitido y se hiciera público por Reportajes T13, en el noticiero Teletrece Central, una denuncia en su contra realizada en marzo ante el Tribunal Canónico por una feligresa con quien mantuvo una relación íntima y encuentros de carácter sexual, de lo cual informamos durante el lunes y con repercusiones en el transcurso de la semana.
Como se dio a conocer en el reportaje, la denunciante decidió hacerlo público el caso al considerar que esta relación impropia reiterada fue bajo abuso de conciencia, que existió manipulación económica y que tras denunciar el caso en el Obispado fue ella quien se vio obligada a alejarse de la parroquia.
En el período de cuatro años inclusive hubo intercambios de mensajes de textos y audios a través de WhatsApp, donde “destacaba” el comportamiento sexual de la víctima y en más de una oportunidad se acordaron citas en moteles, por lo que el religioso pedía a la mujer absoluta reserva y que llevara sábanas o chal para cubrirse de manera que no fueran identificados.
La mujer cuestionó que no le hayan sido aplicadas medidas más drásticas al presbítero, como la remoción de sus funciones mientras se investigaba, y que no ha tenido protección por parte de la Iglesia Católica de Aconcagua.
“Hubo faltas graves del sacerdote en materia del sexto mandamiento”
En tanto, el Obispado de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua, por medio de una declaración pública, señaló que como resultado final de la investigación previa, “el instructor, una persona externa a la Diócesis de San Felipe, determinó que, tal como lo denuncia la persona afectada, sí hubo faltas graves del sacerdote en materia del sexto mandamiento con la persona que lo denunció”.
Por consiguiente, respecto al Padre Gustavo “se han tomado las medidas disciplinarias previstas por la Iglesia para estos casos y, de no haber enmienda en su comportamiento futuro, puede incluso significar la pérdida del estado clerical. Esta medida, implica una serie de propuestas de cambio de vida, de seguimiento psicológico y espiritual, y de acompañamiento de su vida personal”, se añadió en dicho documento.
“Lo que aquí hubo fue una relación consentida entre dos personas adultas”
Posteriormente, el propio sacerdote realizó una declaración grabada en video y difundida por las redes sociales de la Parroquia Santa Rosa, donde aseguró que desde el primer día en que fue notificado de la denuncia “yo he reconocido la falta con humildad y obviamente me he arrepentido sinceramente”, pidiendo disculpas a la opinión pública en general y en particular a la comunidad cristiana.
Expuso que la medida que le fue impuesta por la autoridad religiosa “no es la suspensión del ejercicio del ministerio sacerdotal, sino que un conjunto de indicaciones medicinales conforme a la finalidad propia del Derecho Penal Canónico”, añadiendo que teniendo presente dichas indicaciones ha seguido trabajando “en las tareas pastorales que la Iglesia me ha encargado, pues, lo reitero, yo no he cometido delitos, sino que una falta”, remarcó, asegurando que jamás ha abusado de nadie.
Dejó en claro que “lo que aquí hubo fue una relación consentida entre dos personas adultas”, acotando que para la feligresa con quien mantuvo este vínculo “no fue suficiente la denuncia hecha ante la Justicia Canónica y tampoco aceptó las medidas que le aplicó la Iglesia, es por eso que no encontró nada mejor que realizar un auténtico asesinato de imagen llamando a Canal 13 para que se hiciera un reportaje con mi caso”.
El padre Gustavo Adolfo Morales anunció que, ante el ataque que calificó de altero e injusto, con sus abogados Christian Moncada y Julio César Hinojosa ejercerá las acciones legales correspondientes “para que haya una sentencia en la que impere la ley en esta situación”.
|