Durante mi trayectoria profesional he constatado que uno de los mayores desafíos de nuestro sistema jurídico no está en la ley misma, sino en cómo las personas pueden acceder a ella, comprenderla y ejercer sus derechos de manera oportuna. Esa convicción fue el punto de partida de dos proyectos que hoy marcan un antes y un después en la relación entre ciudadanía, tecnología y Estado: el Asesor Virtual de Ley Karin y el Asesor Virtual de Insolvencia.
Ambos fueron concebidos con una misma filosofía, hacer del conocimiento jurídico una herramienta viva, empática y accesible, utilizando inteligencia artificial generativa para guiar, informar y acompañar a quienes enfrentan situaciones críticas.
Innovación y modernización del Estado
De esta forma con el apoyo de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir) y la Universidad Andrés Bello (UNAB), el Asesor Virtual de Insolvencia se convirtió en el primer piloto público chileno basado en IA generativa orientado a la atención ciudadana, siendo una herramienta que representa una revolución en la gestión pública, al trasladar procesos complejos a un entorno conversacional, transparente y disponible las 24 horas del día.
En el pasado, el Asesor de Ley Karin creado por mí para orientar sobre derechos laborales en casos de acoso y violencia en el trabajo complementa esa misma visión, brindando información segura, actualizada y con enfoque de derechos humanos.
Ambos proyectos reflejan un nuevo paradigma: la inteligencia artificial no reemplaza al abogado ni al Estado, sino que amplifica su capacidad de servicio y empatía.
Orientación al ciudadano y lenguaje accesible
El gran desafío fue traducir el lenguaje jurídico en lenguaje humano, tanto en insolvencia como en la aplicación de la Ley Karin, las personas que buscan ayuda llegan con angustia, dudas y desconfianza. Por eso, cada palabra, cada flujo de respuesta, cada ejemplo dentro del sistema fue diseñado para ofrecer claridad, contención y rutas prácticas de acción.
No se trata de automatizar respuestas, sino de acompañar procesos con inteligencia y sensibilidad.
El asesor de Insolvencia opera de manera gratuita y permanente, las 24 horas, a través de plataformas institucional de la SUPERIR. Esto permite que cualquier persona, en cualquier momento, pueda recibir orientación inicial sobre sus derechos, ofreciendo una guía inmediata y confiable en contextos de sobreendeudamiento o crisis económica.
Esta experiencia busca cerrar la brecha digital y convertir la tecnología en una herramienta de inclusión y justicia social.
Visión de futuro.
Crear estos prototipos ha sido un viaje hermoso e intenso entre la precisión del derecho y la creatividad de la tecnología, siendo el mayor desafío lograr que una inteligencia artificial entendiera no solo la letra de la ley, sino también su espíritu humanista.
La idea es que estos desarrollos se conviertan en parte de un ecosistema de Asistentes Jurídicos IA, capaces de atender distintas áreas del derecho con transparencia, equidad y trazabilidad normativa.
Cuando el conocimiento jurídico se une con la innovación, el derecho deja de ser un privilegio técnico y se transforma en una experiencia ciudadana accesible.
La inteligencia artificial no vino a reemplazar al abogado ni al funcionario, sino a restituir la dignidad del acceso a la información y la justicia.
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