La informalidad laboral en la Región de Valparaíso vuelve a bordear el 29% en el trimestre julio-septiembre de 2025, sin señales de mejora. Este estancamiento responde a una matriz productiva basada en comercio, turismo y servicios portuarios, donde las pymes operan con márgenes estrechos y no siempre pueden asumir los costos de la contratación formal. A esto se suma un hecho evidente: quien trabaja en la calle, sin cotizaciones ni impuestos, suele ganar más que con el sueldo mínimo.
Las reformas recientes también tensionan al sector: la Ley de 40 Horas eleva costos para comercios y restaurantes; la reforma tributaria reduce capacidad de reinversión; y nuevas obligaciones laborales, sin gradualidad, empujan a muchas microempresas a mantenerse fuera del sistema.
Bajar del 30% exige crecimiento regional sobre el 2,5%, mayor fiscalización en las calles y apoyos reales para que las pymes puedan formalizar. Sin políticas inteligentes que equilibren derechos y competitividad, Valparaíso seguirá atrapado en la informalidad laboral.