De un tiempo a esta fecha un grupo de personas nos hemos constituidos con nuestras intervenciones en comentaristas del quehacer andino, con ello amigos y enemigos han tomado palco para observar los sabrosos debates que se han originado, he leído con atención las intervenciones y las polémicas que de ellas se derivan, tanto a nivel local como internacional.
Ante ello entonces creo que la expresión popular “dele con que las gallinas mean” no debería herir a nadie y si lo hace es por falta de humor y demasiada seriedad. Luego de las elecciones municipales vimos como la fauna política ha comenzado a invernar ya que sus apariciones en TV y en este medio no son tan generosas, la creatividad e ingenio para aparecer en los medios duró solo 30 días.
Se ha criticado el actual sistema de votaciones que es bastante antiguo no así ineficiente, en países desarrollados en donde se ha automatizado el proceso de votación más de un retraso y dolor de cabeza ha provocado , el actual sistema ha resultado ser el más eficiente y rápido, es cosa de ver como luego de 2 horas de terminada la votación ya tenemos a un vocero dando los resultados, más aun es en este sistema en donde apoderados y vocales son los mejores veedores del proceso y en donde al otro día deben con más calma cuadrar la mesa nuevamente, reiterar que faltan votos y que el sistema es malo, es desconocer como funciona el sistema de escrutinios chileno y dar palos de ciego.
De las vueltas de chaqueta nada que decir cada uno responde por lo que dijo, hizo y actuó quedando para ello el registro que avala su postura; en la derrota y en la victoria la gallardía debe imperar, no sirve y no vale ser general después de la guerra, menos aún tratar de borrar con el codo lo que se escribió. Hoy solo queda trabajar por el bien de la comuna.
Es curioso leer que es necesario el recambio de personas en un reducido ambiente político andino, los espacios se ganan y no se otorgan, quienes se dedican a la política local lo hacen de acuerdo a sus posibilidades y a su vocación de servicio, no podemos hoy pretender Obamizar la política local por que es la moda, la población voto por quienes mejor los representan y por aquellos que conoce, señalar que el electorado que voto por alcalde y concejal obedecen a diferentes puntos de vista es forzar mucho las cosas, el electorado es el mismo y sus motivaciones no pueden cambiar.
Se habló de la renacionalización del cobre, como algo que fuera tan fácil, en el papel lo es, pero en la práctica no, ¿está el Estado chileno en condiciones de constituirse en empresario minero, puede indemnizar y de dónde sacara el dinero? Hace 3 décadas generó más de un problema, Utopismos trasnochados solo en los países de al lado.
El derecho de opinión no se ha restringido a nadie, solo que quiénes viven y votan en esta tierra generosa son los que con mayor razón pueden opinar del acontecer de la comuna, al estar lejos y no ser testigo de lo que ocurre confunde la apreciación de la realidad, lo que hace caer en error, el sentimiento de pertenencia no solo se puede vincularse con una opinión sino que con hechos y gestos para con los que se dice ser parte.
Hoy solo queda pensar en la comuna del Bicentenario, para ello todas las opiniones valen y hasta el momento no han sido muy productivas las propuestas, no existen ideas nuevas, atrevidas y osadas, no se piensa en grande, no se piensa en el futuro, somos la puerta de entrada y parecemos un verdadero patio trasero. Orientemos nuestra energías a soñar la comuna que queremos y merecemos, lo demás es pérdida de tiempo, la teoría de la porfía no puede ser el centro de nuestras discusiones y debates
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