Hoy, hace 70 años llegó a este país, el barco de la esperanza, en el viajaban 2050 personas , hombres, mujeres y niños, de las más diversas profesiones, habilidades y oficios que en común tenían sus ideales eran Republicanos ,que habían sido perseguidos, maltratados, encarcelados y tenían muy cerca la muerte, era el barco que les significaba una opción de vida, entre ellos viajaba mi abuelo Antonio Rodríguez Calleja, un brillante medico, fundador del partido socialista español, que había estado encarcelado por ser un líder republicano, valiente y comprometido en la palabra, la acción y la razón, fue candidato a diputado en el año 1936, y estando preso saco una votación de 67.000 votos, mí abuela Asunción Martínez Blanco una distinguida, inteligente y bella señora de profesión profesora y sus 4 hijos, mi tía Teresa, mi padre Juan Bautista y mis tías Josefa y Adela, en el camino, mientras arrancaban había muerto la tercera hija de esta familia Marujita a quien le dio meningitis y murió sin poder hacer nada por salvarle la vida, mi abuela nunca supo donde fue enterrada y ese dolor le acompaño toda la vida.
Mi abuelo en su carácter de líder fue uno de los que se relaciono con Pablo Neruda para conseguir este viaje pero debió subir de los últimos ya que estaba impedido de salir por una orden de captura y muerte que el fatídico fascista y dictador Franco puso en su contra ,llegó al lugar cuando ya el Winnipeg zarpaba.
Mi familia estaba radicada en un pueblo al interior de la provincia de León llamado Villablino ubicado en el Valle de Laciana, mi abuelo era el hombre más maravilloso que pudo existir, generoso ,inteligente, buen mozo, de un alma limpia y grandiosa , su vida solo fue dar y dar con generosidad para alcanzar igualdad para su pueblo ,el mejor padre, el mejor esposo, el mejor amigo y compañero, se daba por entero para los más pobres, los más solos ,su profesión estaba al servicio de todo quien le necesitara, siempre el prójimo estuvo primero, era el “medico de los pobres”,amado y recordado hasta hoy, existe una copla que cantan aún allí, “Haremos un puente con los huesos de la derecha para que vuelva triunfante el querido doctor Calleja”(le llamaban por su segundo apellido).
La vida de mis antepasados era de mucho bienestar, paz, alegría, estaban todos muy satisfechos de su vida, mi padre y sus hermanas atesoraron su infancia como una fuente inagotable de fuerza y energía, lo tenían todo, nada faltaba, sobraba el amor, nada decía que un día por la opción generosa, solidaria e idealista de mi abuelo debían salir de su patria para siempre.
La violencia extrema del régimen franquista hizo que no existieran opciones ¡debían salir arrancando y dejar todo botado, casa, auto, bienes, muebles, instrumental clínico de la consulta de mi abuelo, ropa libros, todo¡ y mi padre dejar en una pirca afirmada a su amada bicicleta ¡la única del pueblo¡, aún recordada por uno de sus entrañables amigos de infancia con quien correteaba en ella, Julio García Losada, con quien mantenemos correspondencia y le preguntamos ¿don Julio que paso con la bicicleta de mi padre?, “pues allí donde la tiramos, allí se habrá podrido tal era el miedo que había en esa época que no nos atrevimos a tomarla, aunque como niños habríamos deseado dejarla para nosotros, pero por miedo la enterramos”.
Para nosotros sus descendientes hay un gran reconocimiento y admiración a nuestro abuelo Antonio, quien nos da señales de consecuencia, entrega sin límites, admiramos y reconocemos en él nuestras raíces.
Mi abuelo al llegar a Chile, fue destinado primero como médico , el primero de Isla Juan Fernández, allí estuvo casi 2 años, con mi abuela y las 2 hijas más pequeñas, Josefa Y Adela, las aventuras y anécdotas de ellos allí son capitulo aparte, luego fue destinado a Putaendo, donde ejerció la medicina, fue director subrogante ,fue homenajeado en esa ciudad por su brillante desempeño, no alcanzó a ejercer el cargo de Director del Hospital Salvador de Valparaíso, ya que a los 50 años, murió de una repentina enfermedad, que más que nada le ocasionó la pena, su vida se extinguió de nostalgia, al ver que no podría regresar nunca a su patria.
Mi padre conoció en Valparaíso a mi madre Fidelina Herrera Ferrari, una joven hermosa, alegre, fuerte, leal, de una capacidad de entrega infinita, ellos se enamoraron perdidamente, materializando el amor eterno, formaron una pareja unida ,comprometida y feliz, que siempre proyectaron amor y paz, brindándonos a nosotros sus hijos un hogar ideal.
De esta relación nacieron 6 hijos, Anita Fidelina, Maria Victoria, Maria del Carmen, Maria Soledad, Alonso Antonio y Alicia Gloria, la mayor de los hijos Anita muere trágicamente a los 22 años, en otro momento de la historia, por otro hecho de violencia ocurrido en Chile, durante el régimen militar, también trágico e incomprensible, este dolor marca la vida de todos nosotros.
Mi padre fallece el 07 de abril del 2008, aún es difícil vivir sin su presencia ya que fue para nosotros nuestro amigo, un padre ejemplar, compañero, paño de lágrimas, consejero y todo”Papá, quisiera hacer para ti una guirnalda con el universo completo ,más algo falta… eres para mi la luz, la vida ,la pena inmensa de no tener palabras para decirte todo lo que es tuyo , todo lo que guardo, pero todo…es poco porque para mi nada te alcanza.”
¡Mi admiración y gratitud eterna¡ A mis raíces, a mis abuelos, mi padre y sus hermanas y todos los pasajeros del WINNIPEG ,pues en un día como hoy 03 de septiembre , llegó a Chile la mejor carga de ideales ,esencia de arte, letras, pintura, ciencia ,etc. que nos dio la posibilidad de contribuir a la savia de nuestra existencia .¡Gracias, por la consecuencia, por la valentía y por legarnos como herencia La esperanza¡
JUAN BAUTISTA RODRIGUEZ MARTINEZ.-
“UN HOMBRE QUE DIO SENTIDO A SU EXISTENCIA.”
Pasajero del Winnipeg, que llegó a VALPARAISO EL 03-09-1939.
Desde la alegría de verte niño colmado de amor y mil sueños
En tu añorado Villablino, debes dejar tu infancia para siempre
Sin entender porque, dejas amigos, juegos, rondas, miedos…
Tu padre Antonio, es tu sol, quien te da luz permanente, en él te reflejas
Te proyectas, le admiras, se hace tu imagen, en sus ojos
Se ven juntos en España siendo su patria para siempre.
Encierran a tu padre, le quieren callar, pero… su voz se levanta…
Tu padre es padre de todos los que claman igualdad
¿Acaso es un pecado pensar en los demás?
Antonio Rodríguez Calleja, no transa,
Es más su voz regala esperanza
Doctor que quiere sanar el cuerpo y el alma
Y pensando en sus hijos y los hijos de España alzando su puño canta.
A las canciones se enfrentan balas, grilletes, ¡deben callarlas!
Para el silencio total ni la muerte ni el olvido alcanza.
En casa un niño pequeño espera a su padre con ansias…
Vive el dolor de la guerra, que desgarra su morada,
Juega con su bandera, bandera Republicana.
Desde la montaña al mar largos y peligrosos caminos
Soledad, temor, la muerte espera su destino
Asunción digna madre protectora abraza, protege
Oculta, cuida junto a Bautis, de Teresa, Josefa, Adela,
A Marujita la muerte alcanza, pero…hay que continuar corriendo
Y con valentía a sus hijos salva, la perdida de su niña
Como una sombra hasta su muerte le acompaña.
Juan Bautista niño quiere tener a su padre,
Pronto, muy pronto solo quiere que sea mañana
Un barco le espera para buscar destino
La guerra, destruye los sueños, bombardean las palabras
Hay que pensar en la vida, la vida de la nueva sabia.
Para poder estar juntos, para poder seguir amando…
No hay maletas, no hay destino, despedidas ni nada
Sin saber porque, deben dejar todo y todo queda a sus anchas
La incertidumbre, se hace esperanza y una lucecita les llama
La vida clama por vida, el corazón se desangra,
Lejos queda en Villablino esa bicicleta amada,
Que mi padre deja de niño, dejando su infancia botada
Un barco espera en el puerto, hay más ansias que lugares
Van subiendo uno a uno, los silencios y las almas
Se va juntando la carga que es de la mejor hornada
Poetas, pintores, artistas, obreros, maestros, doctores
Niños, mujeres, hombres, todos esperan la paz
Dejan todo por Franco que llena España de horrores
Mi padre, no entiende la vida que destruye sus amores
Tiene todo, es feliz, le gusta su pueblo, ama España
Todo lo que le gusta se queda, en medio de la montaña
¿Porque debe partir? Pregunta...
Ya no le quedan palabras.
Súbete rápido niño que el Winnipeg ya zarpa
Sin pañuelos en el puerto el destierro ya lo marca
Para ser el color morado que de la bandera arrancan
Sus ojos miran el mar, que luego nos regala
Al encontrar a mi madre todo el amor es viable
Mi padre vino sin nada para regalarnos SU ESPERANZA
Padre mío, Admiro sin limites tu ser inalcanzable
LLEGADA A VALPARAÍSO
Quiso Dios que tú llegaras a regalarnos esperanza
Nos dieras de tu tierra esencia para transformarla en alas
Al dolor de esta partida, buscas dar en abundancia.
Inteligente, hermoso, limpio de espíritu, luz de tu mirada
Generoso de ofrendas, das y das, todo regalas
Deportista, juegas, Fot. Ball, eres atleta, regatas,
Entras a la universidad Católica de Valparaíso,
La Construcción Civil, esta en tus sueños,
Eres alumno brillante, la elección ya se hizo.
Te encuentras en esta tierra a la mujer amada.
Fidelina, fiel compañera, el para siempre proclama
Madre nuestra, linda, buena, la promesa se hace gala
Lo que te quita la guerra, el amor te lo repara
De pronto esa vida negra, llena de luz se rebasa.
Esta contigo tu padre, junto a tu madre amada,
Están tus hermanas contentas,
Te sientes feliz, junto a tu enamorada
Esta tierra que les acoge abre todas sus ventanas
Nada es eterno papito y un nuevo dolor te dispara
Se muere, tu padre de pena
Por no estar en su tierra amada
Que dolor más grande tú sientes al tener que dejar su cuerpo
Y quedarte en su mirada.
ALAS DE LOS SUEÑOS QUE NOS DIERON RAICES DE CONSECUENCIA
ANTONIO RODRIGUEZ CALLEJA.
Este hombre maravilloso, hace en ti su semejante
La mística que nace en él obnubila tu alma
Antonio Rodríguez Calleja gracias por ser nuestra sangre
Este puerto que los cobija, hace realidad la esperanza.
Para estar juntos, estar cerca, para amarse y cuidarse
Este abrazo se hace corto, hay preguntas en el aire
Nada borra su recuerdo, se hace la eternidad
En el gran amor que comparten, tu padre es todo
Haces el camino eterno que no se borra con nada.
Gracias Abuelo por ser una persona admirable ¡consecuente, valiente¡
Hoy te rendimos un homenaje, existimos y somos gracias a ti
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