La tradicional avenida Carlos Díaz fue por décadas el punto de entrada para todos los viajeros que llegaban a Los Andes a través del ferrocarril.
Su importancia fue en aumento luego de la demolición de la antigua estación de Ferrocarriles del Estado que dio paso a la nueva que hoy conocemos actualmente y que se encuentra en etapa de restauración.
Pero ¿Quién fue este ilustre personaje?. Carlos Díaz Escudero fue un connotado vecino andino, ligado a importantes instituciones de la ciudad desde la segunda mitad del XIX hasta su muerte en 1919.
Trabajó incansablemente por el desarrollo de la ciudad junto a otros connotados ciudadanos como Elías Foncea, Erasmo Basualto Norberto Santelices, Augusto Riveros, entre otros.
Carlos Díaz fue electo alcalde en el período entre 1909 y 1912, y luego en 1918 le corresponde nuevamente ejercer el mando comunal falleciendo en pleno cumplimiento de su período edilicio.
Entre sus principales obras destaca la construcción de pila chica y la pérgola de la plaza de armas y el mejoramiento y hermoseamiento de otras calles de la ciudad.
También en el medio de sus dos períodos alcaldicios fue designado como Administrador del Hospital San Juan de Dios de Los Andes.
En gratitud a su trabajo por la ciudad, tras la inauguración de la nueva estación de Ferrocarriles, la avenida de acceso a la ciudad pasó a llamarse Carlos Díaz Escudero.
Justamente con la entrada de operaciones de la nueva estación de trenes, que recibía también en sus andenes de la parte oriente a los viajeros del FF.CC. Trasandino, comenzó un hermoseamiento de la avenida Carlos Díaz.
Sus frondosos árboles de los costados llenaban de sombra a los pasajeros que iban y venía de la estación, mientras el bandejón central era cubierto con césped y adornado de palmeras.
Además, se erigió un obelisco en recuerdo de los Hermanos Clark y su magna obra del Trasandino, y otro donado por el Club de Leones en el inicio del bandejón.
El obelisco, al igual que otros monumentos de la ciudad, luce en la actualidad rayado y algunas de sus placas de bronce fueron robadas.
La avenida Carlos Díaz fue el reflejo del auge y decadencia del ferrocarril, conformando un barrio propio con las casas de los ferroviarios, la plaza frente a la estación, la posterior construcción del cuartel de Investigaciones a principios de la década del 80 y la iglesia de los Santos de los Últimos Díaz.
A partir de los 90 comenzó la decadencia de esa calle, su árboles comenzaron a secarse y nunca fueron repuestos por el municipio, la plazoleta cayó en el abandono más absoluto tras el cambio de la Policía de Investigaciones y la estación terminó sus días albergando a drogadictos y mendigos.
Hoy, gracias al proyecto de recuperación de la estación impulsado por Codelco Andina, la construcción de un conjunto habitacional de edificios, la nueva Unión Comunal y el Rodoviario están volviendo a la vida a esta avenida y sólo falta que las autoridades comunales lleven adelante un plan de hermoseamiento, tal como lo hizo en su época el alcalde Carlos Díaz Escudero.
“Ayer y Hoy” es financiado por el Fondo de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile 2013 y ejecutado por nuestro medio a fin de recuperar la memoria histórica de Los Andes.
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