Nuevamente está en la opinión pública la elusión tributaria en el mercado de las AFP, toda vez que la Superintendencia de Pensiones (SP) ha autorizado la creación de una nueva AFP, denominada Acquisition. Esta empresa se ha creado con el objeto de utilizar la franquicia tributaria de Goodwill en la anunciada compra de Provida por parte de Metlife. Se estima que el ahorro impositivo será del orden de los 288 millones de dólares.
Este caso es similar a la compra de Cuprum por parte de Principal, a través Argentum, que al igual que la empresa creada por Metlife, formó esta empresa, “instrumental”, con el objeto de generar un ahorro, estimado en este caso, de 130 millones de dólares. Si bien, ambas transacciones son absolutamente legales, el análisis es un poco más profundo y pasa por visualizar la pertinencia ética de ambas operaciones.
No es mi intención culpar a las empresas, puesto que ellas, siguiendo un postulado natural y básico, han aprovechado, con ingenio y astucia, las posibilidades que otorga la ley, para optimizar su carga tributaria. Mi llamado de atención, está en los legisladores y su función técnica en el análisis de los proyectos de ley. Es de público conocimiento que la Reforma Tributaria fue aprobada en forma especialmente rápida y sin mayores criterios técnicos. Prueba de ello, es que, el mismo gobierno, ahora está “retrocediendo” en un aspecto fundamental, como es la renta atribuida, dado que se ha percatado de la imposibilidad práctica de ejecutar este método para el contribuyente promedio. Es también conocido el impacto negativo que esta reforma (así como las otras que están en carpeta) ha generado en el ambiente económico.
En general, tanto en el mundo académico como en el técnico, se ha llegado a la conclusión que no era necesario modificar aspectos tributarios de fondo, como el FUT o la tasa de Impuesto de Primera Categoría para recaudar lo necesario para financiar la Reforma Educacional. Tal vez, la solución habría estado tan solo en eliminar o modificar, algunas “ventanas” en el sistema tributario, tal y como el conocido Goodwill que han utilizado ambas AFP y que han hecho que el fisco deje de percibir casi 360 millones de dólares. Vale decir, tan solo con la creación de la norma anti elusión, podrían haberse recaudado la cantidad necesaria, sin haber impactado tan negativamente el ambiente económico, el empleo, el consumo, entre otras variables.
Finalmente, y espero interpretar a todos los afiliados de Cuprum y Provida, esperamos que parte del buen tino que ambas empresas tuvieron, expresado en el ahorro de impuestos mencionado, se traspase de cierta manera en los fondos de capitalización de sus clientes, cosa necesaria, a la luz de las imperfecciones de nuestro sistema.
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