LOS ANDES (20/04/2016).- El Tribunal de Juicio Oral de Los Andes condenó finalmente a 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio a Kevin Lester Villablanca León (26), alias “El Conejo”, como autor del delito de homicidio simple perpetrado el 11 de julio de 2015 en contra de José Armando González Saavedra, conocido popularmente como “La Monona”.
El tribunal estableció que el “Conejo” deberá cumplir la pena de manera efectiva, sirviéndole de abono el tiempo que ha permanecido en prisión preventiva por esta causa.
Además el Tribunal ordenó la toma de huella genética para ser incorporado al registro nacional de ADN de condenados con pena de crimen.
Aun cuando el Ministerio Público había pedido 15 años de cárcel, la sentencia del Tribunal dejó conforme al fiscal del caso, Osvaldo Basso (Ver foto ampliada), quien indicó que el trabajo investigativo desarrollado por la PDI sumado a las pruebas científicas permitió obtener esta condena.
Recordó que la víctima antes de morir le alcanzó a decir a su hermana quien había sido el agresor, lo que sumado a las otras pruebas le permitieron al tribunal lograr el convencimiento más allá de toda duda de la participación directa del “Conejo” en este crimen.
Los Hechos.
Conforme a los antecedentes de la carpeta investigativa del Ministerio Público la noche del viernes 10 de julio de 2015, el “Monona” y una mujer identificada como E.C. llegaron hasta la casucha donde vive Villablanca León y bebieron dos botellas de ron, además de drogarse con pasta base que el “Conejo” les proveyó.
El trío estuvo compartiendo hasta cerca de las 9 de la mañana del sábado, momento en el cual se produjo un altercado y Villablanca echó a sus invitados de la casa.
Sin embargo, el “Monona” le pasó 5 mil pesos para que le vendiera algunos papelillos de basta base, toda vez que el Conejo había montado un negocio de venta de droga en el campamento.
Villablanca tomó el dinero, pero no le hizo entrega de la droga a su amigo, lo que motivó que el “Monona” se ofuscara y comenzara a lanzarle piedras a la vivienda.
Fue allí que el Conejo salió y enfrentó a la Monona golpeándolo primero con el mango de un cuchillo y luego con un madero de grandes dimensiones que había en el piso.
Cuando la víctima cayó al suelo sangrando, el agresor se dio a la fuga, mientras que la mujer que estaba con ellos y la madre del homicida que llegó al lugar alertada por la pelea asistieron a la “Monona” y llamaron la ambulancia.
González fue derivado primero al hospital San Juan de Dios y luego al San Camilo de San Felipe donde finalmente dejó de existir la misma noche del sábado.
|