La longevidad es uno de los grandes logros de la humanidad. Gracias a los avances sociales, culturales y científicos, hoy vivimos más y mejor que nunca antes en la historia. Sin embargo, el mayor obstáculo para la plena integración de las personas mayores en la sociedad no es biológico sino cultural: el edadismo, esa visión negativa y estereotipada que reduce el aporte de las personas mayores y limita nuestro modo de imaginar el futuro.
En el día internacional de las personas mayores, es importante destacar la necesidad y desafío permanente que tienen las organizaciones para posicionarse como agentes claves en la construcción de una nueva mirada sobre la longevidad. Adicionalmente, por su misión formativa, investigativa y de vinculación con el entorno, la comunidad académica está llamada a promover una cultura que reconozca a las personas mayores como actores centrales del presente y del futuro, y a la vejez como una etapa plena de la vida.
Cada disciplina puede aportar a construir proyectos de vida, instituciones y sociedades que reconozcan a las personas mayores como protagonistas activos, y a la vejez como una etapa valiosa que enriquece a todos.
Sostener una mirada positiva sobre la longevidad es una tarea compartida: aprender a verla como un logro y no como una carga, como una oportunidad y no como una amenaza. Se trata de valorar el aporte de las personas mayores en la generación de conocimiento, la transmisión de experiencia y la construcción de cohesión social, entendiendo que la nueva longevidad nos concierne a todos.
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