LOS ANDES.- La noche del Martes, Juana Vergara miraba tranquilamente televisión junto a sus dos hijos en uno de los dormitorios se su casa ubicada en la calle Darío Risopatrón de la población Bicentenario, cuando repentinamente sintió un gran estruendo en la cocina.
Al ir a ver lo que ocurría, comprobó incrédula que un pedazo de hielo del tamaño de un balón de fútbol había roto el techo de pizarreño, atravesó el cielo de madera de la casa y dejó un agujero de 30 centímetros de diámetro (Ver foto ampliada).
Obviamente, a esa hora de la noche el cielo estaba estrellado y ninguna nube eclipsaba el firmamento, por lo que claramente se descarta un “granizo” de proporciones descomunales.
“No creo que esto sea algo intencional, más bien fue un hecho fortuito del cual nadie tiene una explicación. Carabineros dijo que no tenía como explicar esto, es un misterio”, relató el dueño de casa Arturo Matamala (En la foto).
Los vecinos, que siempre opinan en estos casos, elucubran que se trata de los restos de un cometa que cayó como una estrella fugaz, signo inequívoco que se acerca el fin de los tiempos.
Otros se aventuraron a buscar en Internet los teléfonos y mails de la Nasa a fin de que expertos norteamericanos vinieran a aislar el domicilio, ante la eventualidad que el trozo de hielo proviniera del espacio exterior y contuviera alguna bacteria letal para el ser humano.
Pero lo cierto es que la denuncia que investiga Carabineros tiene un origen mucho más terrenal y se trataría de vándalos que en un rato de ocio, decidieron lanzar el trozo como un misil al techo de la casa.
Como sea, se instruyó una investigación a fin de que alguien responda por lo daños y se establezca fehacientemente de dónde provino el hielo.
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