LOS ANDES.- Estafas por más de cuarenta millones de pesos cometieron dos mujeres de avanzada edad, que atribuyéndose poderes de videntes y sanadoras, ofrecían sus servicios para encontrar “Entierros” o “Tesoros” en las casas y curar enfermedades terminales.
El caso fue conocido e investigado por la Brigada de Delitos Económicos de la PDI de Los Andes junto con el fiscal Raúl Ochoa Capelli, quienes recibieron las denuncias de trece personas que inicialmente fueron víctima de estas estafas.
Según explicó el fiscal Raúl Ochoa, las mujeres identificadas como Juana Matilde A.P., de 62 años, alias “La Señora Juanita” y Silvia del Carmen N.H. de 66 (Ver foto ampliada), ambas domiciliabas en la región metropolitana, se acercaban a vecinos de sectores apartados de la comuna de San Esteban como Las Golondrinas o San Miguel, diciéndoles que en sus propiedades había un tesoro o entierro, cobrándoles determinadas sumas de dinero por encontrarlo.
Con un cuento bien urdido, lograban convencer a los incautos, quienes viendo la posibilidad de hacerse ricos de la noche a la mañana no dudaron en creer estas supercherías.
De esta manera, una vez que recibían el dinero, les entregaban a sus víctimas claveles rojos, velas y otras hierbas para seguir un ritual que al cabo de seis meses haría aflorar un tesoro en lingotes o monedas de oro.
Las visitas a San Esteban comenzaron en los meses de Octubre y Noviembre de 2008 y transcurridos los seis meses, las víctimas se dieron cuenta del engaño, exigiéndole a las curanderas la devolución de la plata.
Como ello no ocurrió, acudieron a la policía, iniciándose la investigación en su contra.
En total la Bridec logró comprobar 13 estafas cometidas por las falsas videntes, que les reportaron ingresos superiores a los 40 millones de pesos.
Con el dinero percibido, adquirieron un automóvil Chevrolet Corsa Plus, una Van Chevrolet Vivant y un Camión, todos vehículos del año 2009 avaluados en más de 22 millones de pesos.
Además, Juan Matilde adquirió en la localidad de Talagante una parcela de agrado, comenzando a construirse una casa de gran tamaño que incluso cuenta con Jacuzzi, dos cocinas y dos living.
En este caso la propiedad y el momento invertido en la construcción de la casa superan los 32 millones de pesos.
Dramáticos casos.
Durante la audiencia de formalización, el fiscal Raúl Ocho expuso dramáticos casos de las personas que fueron timadas por estas mujeres.
La Mayoría de las veces “La señora Juanita” llegaba en un auto blanco manejado por su chofer hasta las casas de las víctimas, diciéndoles que allí había un entierro.
El primero de los estafados fue un trabajador enfermo de silicosis, a quien le pidieron 5 millones de pesos por hacer salir un tesoro, más otros $ 300.000 mil por sanarlo de su enfermedad.
En otra oportunidad, “La señora Juanita” engatusó a una mujer que recientemente había enviudado, diciéndole que su esposo había muerto a causa de un maleficio hecho por un tercero.
Le dijo además que su hijo también era víctima de este embrujo y que correría la misma suerte que su padre a menos que llevara adelante un ritual de purificación.
Por terminar con este mal le pidió la suma de 1 millón de pesos, asegurándole además que también en la casa había un entierro de lingotes de oro.
La viuda, quien padece un cáncer terminal, pidió un préstamo en una cooperativa para cancelar la suma solicitada.
En otro caso, la falsa bruja le prometió a una mujer que sería capaz de lograr que su hijo hemipléjico volviera a caminar a cambio de 2 millones de pesos para “Pagar a los espíritus”.
Bajo la treta del tesoro escondido otras tres personas le cancelaron sumas de 9, 7 y 3 millones de pesos respectivamente.
Para hacer más creíble el ardid, la imputada Silvia del Carmen le decía a los estafados que una vez que apareciera el tesoro debían declararlo ante el Servicio de Impuestos Internos, ofreciendo a su hija, quien es fiscalizadora del SII para ayudarlos en el trámite.
Incautación de vehículos y prohibición de enajenar bienes.
Las diligencias efectuadas por los detectives de la Bridec permitieron la incautación de los dos autos y el camión, además de velas, hierbas y otros elementos usados para los maleficios.
Para asegurar un eventual pago de indemnización a las víctimas, el fiscal Ochoa pidió al tribunal la prohibición de celebrar contratos respectos a los autos y la parcela de propiedad de las imputadas.
Por la gravedad del delito, la Jueza de Garantía Valeria Crosa accedió a la solicitud de dejar en prisión preventiva a Juana Matilde, mientras que otorgó la libertad a Silvia del Carmen, fijándole a esta última como medidas cautelares el arraigo nacional y firma mensual en fiscalía.
El plazo de investigación se fijo en tres meses, aun cuando la Brigada de Delitos Económicos continúa investigando otras posibles estafas cometidas no solo en San Esteban, sino en otras comunas del valle.
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