|
|
Opinión |
 |
Debemos hacer vivible el vivir |
 |
Por: Eduardo Torres Gutiérrez, Psicólogo. Docente Escuela de Salud de la Universidad de Aconcagua Sede San Felipe.
|
|
|
En el Día mundial de La Salud Mental debemos “Hacer Vivible el Vivir promoviendo la nutrición emocional de nuestr@s hij@S”, enmarcado en un cooperativismo sociable ahora, mañana no, pues ya será tarde, pero ¿por qué solicitamos esto en estos días?
Quiero citar aquí algunas conclusiones de tres destacadas académicas que observan analítica e introspectivamente nuestra realidad. Jeannette Von Wolfersdorff, investigadora alemana con 20 años de trabajo en Chile, ha dicho que “Chile es invivible actualmente, no tenemos un buen plan ni metas vivibles, Vivimos una involucracia con oligopolios con poca innovación e investigación. Hay que crear una cultura muy distinta a la actual, tiene que ser más colaborativa y no tan individual como las empresas, se debe invertir más en investigación, innovación y desarrollo”. Diana Aurenque Stephan, filósofa chilena de la USACH, “…Si las mejoras técnico-médicas solo pueden ser cubiertas (pagadas) por quienes disponen de los recursos materiales para ello, las mejoras entonces pueden resultar injustas, porque replicarán y recrudecerán los privilegios que ya algunos tienen por sobre otros." Por ello no ha dudado en afirmar que “Somos animales enfermos” y Kathya Araujo, Sociológa y Psicóloga Social nos advierte que en Chile hay un “lenguaje de abuso y de la falta de respeto que se convirtió en expresión natural para designar lo intolerable y ello ha producido un rechazo muy grande a formas de ejercicio de autoridad basadas en la violencia y el tutelaje. La contradicción entre las promesas sociales y las experiencias ordinarias (discurso del mérito pero vigencia del “pituto”, entre otras), produce una fuerte decepción y, en algunos grupos sociales más que otros, un gradual pero constante distanciamiento respecto de las reglas y normas que políticas” que aumentan los trastornos de conductas impulsivas, agresivas y anti-sociales que van generando un permanente descontento y diversas agresiones al personal de salud que nada que ver tienen con la indolencia de las autoridades.
Los datos estadísticos de Salud Mental, en estas últimas décadas, NO son favorables para nada en Chile, y sin embargo, se gastan horas y horas en discusiones inoficiosas, mientras, muchos de nuestr@s usuari@s generan alguna enfermedad psíquica o se suicidan ante dicho malestar.
¿Cuántos mueren por una malísima Salud Mental en Chile y eso a qué autoridad o candidato político le importa?
El tema de la Salud Mental es el hermano más pobre en esta discusión, pues como bien saben ustedes, Chile tiene una “LEY de SALUD MENTAL” muy sui-generis centrada mucho más en el enfoque Biomédico psiquiátrico que en el paradigma Biopsicosocial espiritual, favoreciendo así a las empresas químico-farmacéuticas para el uso medicamentoso, reduciendo a la mínima expresión el ejercicio terapéutico colectivo-comunitario, ejercicio comunitario que ha dado excelentes resultados comprobados en otras latitudes, es el caso de la experiencia de Salud Mental Comunitaria
de Trieste, Italia, en que, después de la Revolución de Salud Mental italiana, que comenzó a cerrar todos los hospitales psiquiátricos en los años 70, el paradigma de atención giró dándole énfasis al trabajo terapéutico comunitario en medio de los barrios evitando el encierro hospitalario, pero para ello se invirtió muchos recursos para lograr dicha titánica hazaña que hoy es un modelo mundial válido digno de imitar.
Sabia usted que actualmente Chile, destina tan sólo un 5,8 % del PIB a la Salud en general y que de ese 5;8%, tan sólo 1,7% app, se destina a Salud Mental (años atrás esto era peor), o sea, muy por debajo de lo que invierten los otros países de la OCDE, en que, por ejemplo, Italia destina 3,4% del gasto público, Corea del Sur 3,8%, Australia 7,6%, Canadá 10,6% y Francia 15%. Este bajísimo porcentaje destinado a Salud Mental en Chile, priva a muchas personas de recibir una atención rápida, expedita y oportuna lo que hace que aumenten nuestras patologías mentales. La idea es que al aumentar el presupuesto se disminuyen las brechas de camas y de atenciones ambulatorias o comunitarias en Salud Mental ¿Sabrán esto los candidatos a todo por estos días? Al menos yo, poco o nada, les he escuchado hablar sobre estas temáticas.
Estás cifra alarmante y preocupante nos deberían hacer pensar en nuestros estilos de vida y el tipo de sociedad que estamos construyendo, pues el modelo económico y el “desarrollismo industrial y tecnológico” no toma en cuenta ni considera a las personas en todos estos cambios; la gente posee procesos internos personales y se adapta más lentamente que lo que avanza el mundo, de esta forma comenzamos a vivir una escisión psicosocial, una “desnutrición psíquica” –como dice el científico chileno Humberto Maturana Romesín- que a la larga, de no ser detectada a tiempo, nos lleva a algún tipo de trastorno de Salud Mental. La división irreconciliable de Desarrollo - Progreso – personas, que estamos viviendo es a tal punto que estudios de la Universidad de Chile ha demostrado consecuencias psicológicas en habitantes que viven cerca de industrias o ambientes contaminantes, así se da cuenta que dicha realidad no sólo altera y dificulta la calidad de vida, sino también “genera emergencia de trastornos o cuadros sicopatológicos, como depresiones, trastornos de ansiedad, estrés y crisis de angustia entre otros.” Debemos decidir ¿O hacemos vivible el Vivir y o seguimos promoviendo unas relaciones “disociales” en donde prevale la desnutrición emocional de nuestr@s hij@s?¿Un Chile Injusto, desigual, con problemas de Salud Mental le queremos heredar a nuestr@s hij@s? ¿Seguiremos promoviendo una sociedad “del rendimiento” que produce “cansancio patológico” como dice Byung Chul Han? La filosofa alemana Hannah Arendt ya advertía, después de la 2da guerra mundial, “La sociedad moderna degrada al ser humano a “animal laborans”, a meros animales trabajadores. El ser humano moderno está sometido al proceso de vida anónimo.” de soledad.
A pesar de la precaria y paupérrima realidad nacional en Salud Mental, nuestro Valle de Aconcagua cuenta con los equipos profesionales que están capacitados para brindar oportunamente la atención requerida en Centros de Salud Familiar, COSAM, CECOSF, SUR y Hospitales, por lo que la comunidad puede consultar por sintomatologías de Salud Mental que este presentando y recibir la atención oportuna sumando a ello el trabajo mancomunado de tod@s l@s actores sociales para modificar y cambiar los actuales estilos de vida y de crianzas que nos están alterando
cotidianamente nuestro cuerpo y alma. Vaya pues, en este día, un gran saludo a todos los Equipos Interdisciplinarios de Salud Mental que trabajan por una mejor calidad de vida para todos y todas las personas. Debemos hacer “vivible el vivir con una gran nutrición psíquica y emocional” durante todo el ciclo vital de las personas.
|
|
|
|